El siguiente hecho sucedió hace unos días en el primer saneamiento del año en la ganadería de Victorino Martín. Allí el toro Cobradiezmos, indultado hace un lustro en La Maestranza de Sevilla, tenía que ser llevado a los corrales junto a su lote de vacas para pasar el primer saneamiento del año, algo que no le gustó al bravo animal de la divisa extremeña. Tanto Victorino como los vaqueros de la casa tuvieron que armarse de paciencia para levar al semental y sus vacas a los corrales, para ello jugaron con las querencias y el arrope de los cabestros.
Con la totalidad de los animales dentro de los corrales, se optó por separarlos entre grupos: vacas hacia un lado, becerros hacia otro y semental en un corral aparte. Cobradiezmos no andaba de muy buen humor y eso se notaba en su respiración agitada y en un continuo movimiento en el corral.
Al llegar a la manga y pese a los intentos de los vaqueros, el animal siguió demostrando no estar cómodo, arremetiendo contra la puerta que tenía delante. Poco a poco los veterinarios fueron haciendo su labor; a base de paciencia consiguieron sacar sangre al animal, y con eso dejar tranquilo al toro para que volviese al cercado donde iba a pasar los próximos días. Aún quedaba sanear al lote completo de hembras, otro arduo trabajo al que ya están acostumbrados en esta casa.
Pero Cobradiezmos, pese a ver la puerta abierta, no salió hacia su cercado, volviéndose sobre sí mismo y poniendo en peligro al vaquero que le había abierto la puerta. Segundos de tensión y peligro. Afortunadamente el vaquero estuvo hábil y el toro no hizo por él. Tras estos segundos el animal tomó la puerta que lo llevaba hacia su cercado. Las querencias evitaron un mal mayor
Luego volvió a su cercado, donde esperó pacientemente a su lote de vacas tras ser saneadas. En este cercado vive relajadamente, un premio que se ganó hace años gracias a su bravura en el ruedo sevillano, una tarde que nunca olvidarán aquellos que pudieron presenciarlo en directo amén de un Manuel Escribano que pasó a la historia por indultar un astado en La Real Maestranza de Caballería de Sevilla.