Una de las ganaderías señeras del campo bravo es la sevillana de Partido de Resina. El hierro que pasta en las tierras de Aznalcóllar sigue apostando por un tipo de toro que forma parte de la historia viva de la Fiesta, un animal con carácter que requiere de unas manos experimentadas tanto en el campo como en la plaza. En la finca ‘Partido de Resina’ pastan más de un centenar de hembras, una joya genética de incalculable valor.
Tras estar la familia Muñoz al cargo de la ganadería en las labores de campo junto a la familia Romero y posteriormente con su actual propietario, entró sabia nueva en el equipo de campo tras la jubilación de Manuel Muñoz. Joaquín Morera se colocaba de mayoral en un momento clave para el hierro. Con el paso del tiempo, el joven de Villamanrique se hizo con los mandos del ganado, realizando de forma ejemplar todas y cada una de las faenas.
El toro de esta casa es un animal de carácter, ejemplares a los que hay que ir poco a poco convenciendo, pero el problema -como en muchas otras casas- está cuando el animal se aparta de sus hermanos, bien porque le hayan pegado o porque esté enfermo. Ahí es cuando hay que extremar la precaución. Tras un tiempo en su cercado es hora de poner a los toros en forma, se trata de la primera corrida del año y los animales no están acostumbrados a esta labor, de ahí que el peligro esté presente en todo momento.
Pese a tener ya nombre asignados previamente, el mayoral de la casa -debido al trato diario- les pone unos nombres identificativos, y en este caso el toro que está en una parte opuesta del cercado ha sido rebautizado como ‘Criminal’. Los toros llevan tiempo en su cercado y la querencia les hace no querer salir del mismo. Los animales son vagos por naturaleza, no les gusta que los muevan, de ahí que muchos de ellos no hagan caso a las indicaciones y pongan en serios problemas a los hombres de campo.
La labor del mayoral es clara: ninguno puede salirse con la suya, son vicios que luego cuesta mucho quitar, de ahí que esta labor tenga que hacerse sin prisas y siempre con la presencia de los cabestros. El toro bravo debe hacer ejercicio para llegar en forma al comienzo de la temporada, de lo contrario pagará esta falta de fondo en la plaza.
Por todo ello es fundamental tener buenos hombres de campo, conocedores de terrenos y querencias, amén de unas buenas monturas, unos caballos valientes que sepan hacer su trabajo con eficacia, ejemplares con nobleza para atender las indicaciones del jinete y valor para ser capaces de hacer las labores de campo sin ningún tipo de problema. En Partido de Resina se lleva todo con máximo mimo, todo para tratar con un ganado que no siempre quiere hacer las cosas bien. En el siguiente reportaje de Toros para Todos, de Canal Sur, este peculiar ejemplar es el protagonista del programa.
