Profesionales y hombres de campo meses avisando de la falta de toros para las temporadas venideras. La reducción de animales tras la pandemia hizo que muchas ganaderías readaptaran el organigrama de su explotación para hacer frente a la demanda real que tenía su ganadería en el mercado. Por todo ello, el toro de plazas de primera iba a ser menor en relación con los que había en 2019.
Así, esta redacción quiso hablar con Jorge G.R. encargado de la compra-venta de ganado bravo para la lidia en festejos populares. Jorge posee una finca en Moncada -Valencia- donde remata a los toros que posteriormente serán expuestos en las calles. De momento tiene 14 sobreros de Madrid listos para ser vendidos a las peñas y ayuntamientos, animales de una gran seriedad perteneciente a los hierros de Ave María, Casa de los Toreros, El Tajo y la Reina, Guadaira y Torrealta, seis ganaderías que estuvieron presentes el pasado año en la primera plaza del mundo. En total, tiene 75 toros en su casa.
Jorge sabe muy bien el momento que están pasando los ganaderos, habla con ellos prácticamente a diario, por ello queríamos charlar con él, que nos contara que ha visto en el campo, como están los animales, si se encareció el precio de los mismos, a fin de cuentas, una charla donde nos arrojase algo de luz sobre este tema, algo que sin duda le interesa a todos los aficionados, tanto a los del festejo en plaza como al del popular en las calles.
«En mi casa tengo 75 toros y 70 ya están vendidos»
«Esta temporada se está haciendo muy dura por la falta de toros con trapío; ahora mismo tengo 75 toros y 70 ya están vendidos. Mi temporada fuerte es de octubre a enero, porque la gente sabe que voy comprando en estas fechas y tengo reservados toros con mucha cara», nos contaba Jorge nada más descolgar el teléfono. «De esos 75 animales, entre 40 o 50 toros, los tengo listos ya, y voy haciendo un ciclo: los animales de mi casa salen muy rematados para las calles, somos muy serios y lo único que puedo hacer en mi casa es que tenga trapío, aunque lo que lleven dentro no lo sabe ni el ganadero ni yo«, añade.
Esa falta de toros hace que se encarezcan; la subida del precio debe ir en consonancia con la demanda que hay de éstos, por lo tanto, esto supone un desahogo para los criadores de bravo: «Lo que yo me encuentro son peñas de muchos sitios de España que viajan y que un toro con una cara normal, le están pidiendo entre 8.000 y 9.000 euros. Y en cuanto un toro levanta un poco la cara de las ganaderías punteras, como hay muy pocos, se pide mucho dinero por él».
A los animales adquiridos a Ave María, Casa de los Toreros, El Tajo y la Reina, Guadaira y Torrealta hace unas fechas, hay que sumarles otros astados de ganaderías tan contrastadas como Fuente Ymbro, Jandilla, Algarra, Montalvo, El Pilar… hierros comprados a los propios ganaderos, animales que no saltarán a los distintos ruedos de las plazas francesas y españolas, pero que si podrán demostrar su bravura en las calles de cualquier pueblo, localidad o ciudad española.
