CAMPO BRAVO

El Montecillo y sus 42 ‘balas’ para 2023: la bravura enclasada que busca la familia Loriente de la Ossa


martes 31 enero, 2023

Así es el proyecto de la familia Loriente de la Ossa tras adquirir hace casi un año la ganadería de El Montecillo.

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Toros de El Montecillo para la próxima temporada. © Pablo Ramos

Hace prácticamente un año saltaba la noticia: David Medina vendía la ganadería de El Montecillo a la familia Loriente de la Ossa, un acuerdo en el que también se encontraba la finca que poseía en el término municipal de Orgaz. Fue algo que cogió a muchos aficionados con el pie cambiado, más si cabe a las puertas de una temporada donde el hierro toledano tenía una cita en Madrid, Domingo de Resurrección.

«Nosotros lo que realmente vinimos a comprar fue la finca, y al final con David, que es el nieto de Paco Medina, hemos entablado muy buena amistad, y él es el que nos ha metido el veneno del toreo en la sangre, y tras esa relación y el entusiasmo que él tiene por el toro, hemos decidido adquirirla totalmente», señaló Guijarro en declaraciones a Cultoro entonces.

Un año después quisimos volver a esta ganadería toledana para conocer la valoración del primer año como ganaderos y conocer las perspectivas a medio y corto plazo.

De El Ventorrillo a El Montecillo: el traspaso del sueño ganadero de Paco Medina

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Toro de El Montecillo. © Pablo Ramos

El Ventorrillo fue una ganadería que creó Francisco Medina en 1992 con un lote de 150 vacas y cuatro sementales de don Juan Pedro Domecq. Con el paso de los años y las ascensión de la ganadería, las máximas figuras se apuntaron a un hierro que había creado desde cero este genial ganadero. Fruto de ello y tras una oferta mareante, Fidel San Román adquirió casi la totalidad de la ganadería en el año 2005. Ese mismo año, Francisco Medina decide emprender una nueva aventura creando el hierro de El Montecillo.

Tras la venta, Medina se quedó con una punta de unas 70 vacas sin tentar y 4 sementales. A partir de esta materia prima, formó la ganadería de El Montecillo. Su actual ganadería, un hierro de nuevo cuño que complementó con animales de Sotillo Gutierrez, Montealto, Conde de Mayalde y ganado de los herederos de Antonio Arribas Sancho. Tras una larga enfermedad, Francisco Medina fallecía a los 85 años de edad, quedando la ganadería en manos de su nieto, quien tras hacerse cargo de la ganadería a finales de 2019 acabó vendiéndola en febrero de 2021.

El Montecillo: la nueva etapa en manos de la familia Loriente de la Ossa

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Otro toro de El Montecillo. © Pablo Ramos

Tras la compra hace un año por parte de la familia Loriente de la Ossa queríamos hablar con una de las voces autorizadas de este nuevo proyecto ganadero: José Ramón Gómez Sánchez, mayoral de la casa desde 2014 y gran conocedor de una vacada por la que apostó Francisco Medina hace casi 20 años. Una ganadería con una simiente muy buena proveniente de las mejores ramas del encaste Domcq, esas que forjaron y le dieron categoría a un hierro que vuelve a estar en el circuito.

«Esto sigue los mismos pasos que desde el principio, aunque con nuevos propietarios. Queremos seguir lo mismo que creó Paco Medina, con procedencia pura Juan Pedro. Queremos intentar lograr que esto siga funcionando», nos comentaba José Ramón nada más comenzar la conversación.

«Aquí se busca un toro que embista, que humille, que tenga recorrido»

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Otro astado de El Montecillo. © Pablo Ramos

Unos ganaderos que no han movido ni un varal respecto a aquello que se venía haciendo en la casa desde hace años. La opinión del mayoral está siendo crucial para no salirse de las directrices que durante tanto tiempo llevó a gala Francisco Medina. Por ello, la selección debe ser rigurosa, manteniendo aquello que funciona, potenciando dichas ramas y eliminando aquello que no funciona: «Aquí se busca un toro que embista, que humille, que tenga recorrido, como la mayoría de las ganaderías buscan hoy día, eso sí, sin salirnos de ese camino que marcó Francisco Medina y que tan bien le hizo a la ganadería».

2022, al igual que los próximos años, serán temporadas de aprendizaje, al lidiarse animales ya seleccionados por la casa Medina. Pero en el campo no se para, y pese a ello ya se prepara con mimo y esmero una camada de 2023 ilusionante para la casa: «Para este año tenemos cuatro corridas de toros que ya están reseñadas, y estamos contentos porque creemos que esto puede empezar a funcionar. Hay una para plaza de primera categoría y las otras falta por concretar el lugar donde se lidien».

Una ilusión que se nota en la voz de un mayoral que es plenamente consciente del momento por el que pasa el hierro toledano:«En la temporada pasada lidiamos en Madrid con algunos toros importantes; salimos contentos, porque también estuvimos en Albacete, Villaseca, Munera… estamos contentos con lo que salió. Todo esto nos ayuda a ser optimistas de cara al futuro, la ganadería que dejó Francisco Medina tiene unos cimientos muy sólidos, ahora nos toca seguir trabajando para que la ganadería siga evolucionando», nos comentaba José Ramón Gómez Sánchez, mayoral de la casa.

Una ganadería que actualmente cuenta con un hato de vacas muy definido, todas ellas procedentes de diferentes líneas del encaste Domecq, pero muy abiertas entre ellas, algo que ayuda a ampliar las familias y evitar la consanguinidad: «Ahora mismo hay 110 vacas madres que estamos intentando dejar, pero tenemos pensamiento de ampliar hasta las 160 vacas, que es un número bueno. Ahora vamos justos en cuanto a hembras para lidiar, por eso ampliaremos. Esta es una ganadería muy rica en genealogía gracias a la amplitud de familias que tiene».