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El día que Román debió ‘lidiar’ en la puerta de Las Ventas a su casera: «Te voy a llevar a Sálvame»


domingo 8 enero, 2023

La casera le reclamaba los dos meses de fianza al diestro valenciano y le advirtió con llevarle al espacio televisivo, pero Román siguió su camino y entró a Las Ventas para torear.

Roman
Román en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Román es de esos toreros impredecibles, un espada atípico por todo lo que le rode y que cuando sale al ruedo -por muy mal que vayan las cosas- nunca pierde la sonrisa. Diestro de una acusada personalidad, al que no le importa desprenderse de su faceta como torero para ser una persona más cuando pisa la calle. Un joven del siglo XXI, que defiende a capa y espada su profesión.

Un nombre al que le acompañan un sin fin de anécdotas que han visto la luz en el canal Tauroten gracias a la generosidad de un diestro que ha sentido como suyo este proyecto. Una de esas anécdotas tenía que ver con el alquiler de un piso y una plaza de toros, algo que a simple vista no cuadra demasiado, pero que en boca del valenciano cambia totalmente por la espontaneidad de un joven que no tiene pelos en la lengua.

En primera escena del vídeo emitido en esta aplicación, el torero navarro Javier Marín –íntimo amigo del valenciano- explica cómo le reclamaron dos meses de fianza en el piso que tenían en Pozuelo de Alarcón y la dueña se presentó el mismo día que Román confirmaba su alternativa en Las Ventas –con Ponce de padrino y Luque como testigo- a pedírselo a la puerta de la plaza, con Collado vestido de luces. «Te voy a llevar a Sálvame», le advirtió, según recuerda entre risas.

Una tarde donde el triunfo se le resistió al valenciano, el cual sí cortaría oreja varios meses después en la primera plaza del mundo. Un apéndice le cortaría a un astado de El Montecillo con el que estuvo a un gran nivel. Unas semanas antes desorejó a un toro de Luis Algarra en la Feria de Julio de Valencia, triunfo que le valió para volver a la primera plaza del mundo ese verano.

Una anécdota que únicamente le puede pasar a Román, un torero particular dentro y fuera de los ruedos, que a base de carisma y grandes actuaciones se ha ganado tanto al público como al aficionado más exigente. Más de seis años después, si nada se tuerce, volverá a Madrid para seguir dando motivos y que no dejen de contar con él. Sí tendrá sitio asegurado en Valencia en un cartel atractivo, más dudas hay sobre su vuelta a Sevilla, plaza donde cayó herido grave por un toro de Las Ramblas en 2018 y donde aún no ha vuelto.

El valenciano se prepara arduamente en el campo de cara a un 2023, donde la competencia será feroz por entrar en las distintas ferias taurinas, algo que no le quita ni el sueño ni la sonrisa a un torero que siempre se ha caracterizado por ser muy positivo, un espada que sabe de la dificultad que entraña ser torero, pero que no va a dejar de pelar por ese sueño de ser figura del toreo. Mientras tanto prosigue su camino, ese que no es otro que el de ser fiel a uno mismo.