Extremadura, y concretamente la provincia de Badajoz, es una de las tierras con mayor número de ganaderías por kilómetro cuadrado, una zona donde el animal bravo convive con otras razas como el cochino Ibérico o la cría caballar, entre otras especies que dan brillo a una zona de grandes dehesas. Una de las vacadas más accidentarias era la de Luis Terrón, una vacada entroncada en la sangre Murube que hace varios años cambió de manos tras la muerte de su criador.
Tras el fallecimiento de Luis Terrón, allá por 2014 se hizo cargo de la explotación ganadera su sobrino, para más tarde ponerla a la venta. Sería en 2019 cuando José Antonio Alonso, propietario ya del hierro de ‘Peñas Blancas’, antes Sánchez Ybargüen, decidió comenzar a apostar por esta sangre y llevársela a su finca de Mérida. Ahora este ganadero se hace en propiedad con un trocito de pasado, una ganadería con gran solera y una base genética muy definida. Los “murubes” de Terrón dan un nuevo paso con la creación de este nuevo proyecto ganadero que llevará el nombre de su actual propietario.
Por lo tanto, en esta zona limítrofe entre Badajoz y Cáceres se encuentran los animales que cuida celosamente un ganadero que apostó por varias líneas y encastes: “En 2014 compré la ganadería de Sánchez de Ybargüen, la cual potencié con varios toros de la misma línea Marqués-Torrestrella, más tarde amplié la ganadería con la totalidad de las reses del hierro de ‘La Mimbrera’, procedencia ‘Cebada Gago’ la cual llevamos por separado. Por último, en 2019 me animé y adquirí la ganadería de Luis Terrón, la cual también llevamos por separado. Tres líneas para dos proyectos ganaderos”, explica Alonso.
“Todo fue muy rápido. Un amigo me llamó y me dijo que se vendía. Me sorprendió al inicio y no me lo pensé. Fuimos a ver la ganadería y me encantó. Además, como tengo mucha afición al caballo, había visto corridas de toros de Luis. Se lo compré con mucha ilusión y seguimos manteniéndola, hasta este año que tenemos una parte de los toros de saca” nos comentó su actual propietario a comienzos de año.
Una ganadería con un amplio número de cabezas entre las distintas líneas: “Tenemos 130 vacas en la parte de Murube y 140 en Peñas Blancas, aunque hemos reducido. Yo le compré al sobrino de Luis 178 vacas, y entre algunas que he quitado y algunas viejas, se han quedado en 130 vacas madres, más las eralas que he aprobado en la tienta. Aquí hay un total de unas 270 vacas, animal arriba, animal abajo de los dos hierros”.
Un proyecto con varias sangres donde la rama Murube ha entrado de lleno en esta casa ganadera, una vacada que gozó de gran predicamento por parte de los rejoneadores y que ahora en manos de su nuevo propietario está volviendo de nuevo a los carteles de mayor fuste. Un animal con unas señas de identidad conocida por todos, ese que tiene la virtud del tranco y el galope sostenido, un tipo de ganado que también invita a torear a pie, existiendo cada vez más toreros que se apuntan a esta rama para anunciarse en distintas plazas.