CAMPO BRAVO

José Carrasco, el joven jiennense que dejó su familia y entregó su vida al toro: hoy se curte en La Quinta


viernes 17 febrero, 2023

En una entrevista a Cultoro ha narrado cómo su vida como profesional del campo bravo, cómo es esta profesión y cuáles son sus sueños.

Vaquero La Quinta
José Carrasco, vaquero de La Quinta. © J. C.

Hay historias del campo bravo que llenan, y una de ellas es la de José Carrasco Guzmán, un joven jiennense que decidió sumergirse de lleno en la vida del toro y entregarse por completo a ella. Es vaquero del hierro cordobés de La Quinta, y en una entrevista a Cultoro ha narrado cómo su vida como profesional del campo bravo, cómo es esta profesión y cuáles son sus sueños.

José viene con ganas de seguir luchando por la profesión y sus derechos gracias también a la Unión de Vaqueros y Mayorales -UMAVACAM-. Con tan sólo 33 años tiene a su cargo de una parte de la finca formada por las vacas, becerros y sementales del hierro andaluz.

E: Buenas tardes, José, ¿cómo fueron tus inicios hasta ser mayoral?

José: Desde siempre mi pueblo ha sido muy taurino, Génave que es un pueblo chiquitito de Jaén, y ha habido siempre mucha afición, de hecho, fue el primer pueblo en realizar un encierro por el campo después de la pandemia. Es tanto lo que me gustan los toros que incluso hice mi comunión en una finca, fue una comunión campera. Aún así, en mi casa nadie ha trabajado en ganado bravo y no he tenido a nadie a quién seguir los pasos, sino que empecé porque me gustaba. He tenido algunos amigos o conocidos que trabajaban en fincas y me llamaban para echar una mano y ahí te vas dando cuenta si te gusta o no. Hice un curso en Moraleja (Cáceres) y comencé en Madrid de prácticas durante un mes, luego me fui a Mateo y Rodrigo -en la provincia de Ciudad Real- donde estuve otro mes, no terminé de entenderme con un compañero y mi jefe me ayudó hablando con un amigo suyo para irme a trabajar con él.

Me fui a trabajar donde Ignacio Tomás Frías, más cerca de mi casa. Allí, por circunstancias decidí irme y estuve unos días en otra finca hasta que fui a Garcigrande, donde estuve un año y pico, más o menos. Al llegar la pandemia, al separarse la ganadería y al ser el que menos tiempo llevaba me tocó irme porque no se llegaba a un acuerdo que nos beneficiara a ambos. Hablo de las fincas y ganaderías, pero no he parado de trabajar nunca, he estado trabajando en el campo, en las olivas, durante estos cambios porque mi padre tiene tierras y se dedica a la agricultura y a la hostelería. Yo iba a trabajar con él, fíjate que podría estar en mi casa trabajando, pero esto es lo que me gusta. Y a través de otro compañero de Garcigrande, me llamaron de La Quinta por buenas referencias y llevo aquí ya cerca de dos años. Estoy muy contento, ojalá siga aquí mucho tiempo.

«Hay que tener mucha afición y que te encante esto»

La Quinta
Toros de La Quinta. © J. J. Diago

E: ¿Qué es lo más importante para ti en tu trabajo?

José: Hacer el trabajo lo mejor que sepa, todos los días se aprende y nunca se deja de aprender, el que diga lo contrario miente. Yo creo que hacerlo lo mejor posible y ser responsable es lo más importante. Por ejemplo, yo me encargo de una parte de la finca donde están las vacas y sementales y lo llevo solo. También voy a echar una mano en los tentaderos, herraderos, etc.

E: ¿Qué crees que es lo más necesario que tiene que tener un mayoral y/o un vaquero para ejercer esta profesión?

José: Hay que tener mucha afición y que te encante esto. Para mí es una devoción y el que tenga devoción por lo que hace será su profesión perfecta porque ser vaquero o mayoral lo mismo que es muy bonito, también es muy duro. Yo, por ejemplo, estoy lejos de mi casa, de mi familia y amigos, cuando ellos están en algunos encierros en el campo o hay días importantes y tú no puedes ir… Es duro, hay que tener muchísima afición.

«Aquí muchos días son sorpresas»

Toros La Quinta
Un toro de La Quinta en seria actitud. © José Joaquín Diago

E: ¿Cómo es tu día a día?

José: Aquí muchos días son sorpresas, pero primero me levanto y echo de comer a los caballos, a los animales, pero si está el campo bueno no hace falta. Al mismo tiempo vas repasando las vacas, los becerros, si ha parido alguna para acrotalar y apuntarlo, ahora ya hemos acabado. Este tiempo atrás tenía siete lotes a tres de ellos los echaba de comer y al resto solo iba a revisarlos con el caballo. Luego ya va el mantenimiento de la finca, otros días hay saneamientos, apartados, alguna vacunación, depende del día y lo que te vaya surgiendo haces unas labores u otras.

E: ¿Cómo es de importante el trabajo de los vaqueros y mayoral en conjunto como equipo?

José: He tenido aquí una compañera casi 3 meses trabajando conmigo como ayuda porque trajeron cerdos y, además, ayudaba en todas las faenas. Aquí tenemos una organización muy buena todos, yo mantengo el contacto continuo con el mayoral y entre todos nos llevamos muy bien, aunque no estemos siempre juntos. La buena relación entre compañeros y mayoral es algo importantísimo porque se trabaja mejor y se rinde más y eso es un bien para todos. Si no estoy a gusto trabajando en un sitio, prefiero no estar, porque puede haber días malos, pero es que tu compañero puede ser tu salvavidas. Te lleves mal o bien hay que estar siempre al quite, pero es algo que veo muy importante el tener buen ambiente de trabajo, aunque hay que tener esa seriedad y respeto por el trabajo que es.

E: Los momentos que te han marcado y animales de los que tienes un buen recuerdo, ¿cuáles son?

José: Tengo una novilla que crie a biberón el año pasado y tiene algo especial para mí porque la dejaba suelta y se iba al lote que quería. Cuando iba a caballo la llamaba y directamente se venía conmigo. Y al herrarle ni berreo, el jefe ha dicho que la va a indultar ya sea para madre o para buey. Se tiene que quedar aquí como sea.

Desde que llevo yo en esto he vivido tres indultos: en Garcigrande el nº 134 de nombre Atacante en Olivenza por Antonio Ferrera, en La Quinta en nº25, Salinero, en Dax por Daniel Luque, este día fue el más grande de los vividos y de los que creo que viviré ya que son días difíciles de repetir, pero no imposibles, se cortaron 7 oreja, 2 rabos; y el nº 48, Hurón, indultado por Miguel Ángel Perera en Santander.

«Para mí es un sueño ser vaquero. Estudié para ser forestal, pero siempre he sabido que lo mío era esto»

La Quinta
Toro de La Quinta en Madrid. © Luis Sánchez Olmedo

E: ¿Que representa o significa para ti UMAVACAM y que valores tiene la asociación?

José: UMAVACAM está haciendo un bien para los mayorales, porque al final son los que salen con las corridas. Es una ayuda para mayorales y vaqueros y representa la unión general y ese apoyo que a veces es necesario en nuestras profesiones. Nos reunimos una vez al año y es muy bonito ver a compañeros y poder aprender de ellos.

E: ¿Qué es para ti ser mayoral o vaquero?

José: Para mí es un sueño y me parece una profesión muy bonita. Estudié para ser forestal, pero siempre he sabido que lo mío era esto.

E: Por último, José, ¿qué sueño has cumplido y cual sueño te gustaría cumplir algún día?

José: Para mí, trabajar en una finca era ya un sueño. Fui buscando en una sala del bar de mi padre a todas las ganaderías e iba llamando a todas para buscar trabajo. Cuando empecé lo que quería es estar a gusto estuviera en una finca o ganadería con más o menos nombre, como en Mateo y Rodrigo donde trabajaba muy bien y con las demás en las que he ido estando. Siempre hablo con ellos y mantengo muy buen trato con todos. Conforme cambias de sitio y coincide que estás a gusto y en una ganadería como es la Quinta, que está en un momento muy bueno, es un sueño hecho realidad. Es un oficio duro, muy bonito y muchas veces poco valorado, pienso yo, por eso me siento muy orgulloso de ir cumpliendo lo que me gusta por méritos propios.

Lo que me queda pendiente es ir acompañando a las corridas de toros a Las Ventas, Sevilla, etc. Sigo teniendo ambiciones dentro de mi sueño cumplido, como un cartel soñado que tengo y ojalá se cumpla algún día.