Florencio Fernández, más conocido en el mundo del toro como Florito, es un hombre fundamental en el pasado más reciente y presente en la plaza de toros de Las Ventas. Además, es un hombre que, con el paso del tiempo, junto a su parada de cabestros, ha ampliado sus horizontes y ha trabajado para plazas tan importantes como la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, un coso de la que forma parte activamente cuando no coinciden festejos con la primera plaza del mundo.
Ahora, con menos responsabilidades a su cargo, el de Talavera de la Reina podrá seguir enfocado en seguir preparando a su parada de bueyes, porque hace unos meses se anunció que dejó de ser veedor de la empresa Plaza 1, y ahora que estamos en el amanecer de la temporada venteña, será su primera campaña en este coso sin desempeñar este cargo.
El hecho se dio a conocer en una rueda de prensa el 8 de septiembre en la que Simón Casas y Rafael García Garrido presentaron los proyectos para la plaza de toros de Las Ventas hasta 2026, donde se dijo que Florito quedaría únicamente como mayoral de la plaza. Un nombre fundamental durante más de 30 años en la primera plaza del mundo, de esta forma, tan sólo quedaría en la labor de tener todo en orden en los corrales y de meter los toros y novillos devueltos de nuevo a este lugar en Las Ventas.
La historia de Florito, un mito de Las Ventas
Tras abandonar los ruedos en 1981, cinco años después fue reclutado por Manuel Martínez Flamarique (Chopera) para ser el nuevo mayoral y cabestrero en la plaza de toros de Las Ventas, labor que aún continúa ejerciendo. Un hombre que siempre se ha desvivido por sus animales y por darle categoría a la primera plaza del mundo, un coso donde la exigencia es tremenda para todo aquel que pisa el ruedo.
Once bueyes en su parada
Florito tiene en su parada unos once bueyes, ocho más experimentados y tres reservas por los que pueda pasar. Es partidario de la raza berrenda, de los capirotes en colorado, un tipo de cabestro de gran belleza y homogeneidad tanto en pelajes como hechuras. «El buey tiene que tener valor, porque sabe que el toro le puede pegar en cualquier momento. No me gusta que los animales sean agredidos por los toros, pero si lo hacen me viene bien para saber si tienen valor o se acobardan», comentaba Florito en el programa Tendido Cero hace unos años.
El manejo de los animales tiene que hacerse con los cinco sentidos puestos, ya que una apertura de puerta a destiempo o un movimiento equivocado puede hacer que un toro derrote y se estropee el pitón, algo que lo deja inservible para la lidia. Queda de esta forma patente el compromiso del toledano con su profesión, que por otro lado lleva ejerciendo con maestría desde hace más de 30 años interrumpidamente.
