La rivalidad en la tauromaquia existe desde tiempos remotos, aquellos de Costillares y Pedro Romero, Lagartijo y Frascuelo, Joselito y Belmonte o Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez, Palomo Linares y Paco Camino… todos ellos en una época donde cada uno buscaba ser el torero más importante de su generación. Toreros a los que hay que sumar nombres como los de Manolete, Arruza, El Viti, Paco Ojeda, J que tuvieron grandes rivalidades con espadas de su generación.
Desde finales de los 80, principio de los 90, hasta esta parte, hay que recordar esa camada de novilleros que compitieron vorazmente en los ruedos: Jesulín de Ubrique, Finito de Córdoba, Chamaco, Litri, Julio Aparicio o Pareja Obregón consiguieron con sus triunfos en plazas importantes entrar en carteles mixtos y tomar alternativas de auténtico lujo. Todos ellos tenían la moneda, siendo foraz su competencia en el ruedo.
En las corridas de toros hay muchos toreros que exprimieron al máximo esa rivalidad. La tensión del momento y el carácter caliente de alguno de ellos hicieron que saltaran chispas. Como bien contó Ángel Ortiz no hace mucho en el periódico El Mundo: «Joselito es la figura madrileña de los 90 que arrasó con independencia y personalidad. Ponce, el torero de época valenciano con el que se midió. Torearon juntos casi 150 tardes, entre odios. En Linares, después de una rajada de Ponce, hubo un brindis curioso: ‘Cuando yo me tenga que cagar en tu puñetera madre te lo diré a la cara'».
Algunas pugnas históricas
Si hablamos de dos toreros que se midieron en la cima del toreo allá por los años 90, esos son sin duda alguna Enrique Ponce y José Tomás, dos consentidos por la afición mexicana y respetados a partes iguales por la afición española y francesa. Dos espadas que se midieron en muchas tardes y que han llevado esa falta de sintonía también fuera de los cosos taurinos, algo que no es raro: ¿Quién no se acuerda del enfrentamiento a finales de los años 80 entre Joselito y Ortega Cano? ¿O unos años antes entre Palomo Linares y Paco Camino?
En su momento hubo un cruce de declaraciones entre el valenciano y el madrileño que fueron la comidilla del momento, pero que ya ha parecido desnaturalizarse tras abandonar uno los ruedos y torear poco y sin la competencia de compañeros el otro: “Yo pienso que él entiende el toreo como que hay que arriesgar lo menos posible. Digamos que no hay que pasar determinadas líneas y yo no lo entiendo así. Partiendo de esa base, te digo que vemos el toreo de manera opuesta completamente”, señaló José Tomás a un medio mexicano en 2007.
«Creo que es un gran torero, pero él entiende el toreo de una manera totalmente contraria a la mía. Entendemos el toreo de manera muy diferente. Yo no salgo a una plaza para morir, pero si sabes que te vas a morir, por supuesto prefiero morir en una plaza de toros que en un coche«, acabó señalando José Tomás sobre Enrique Ponce.
El caso de Pablo Hermoso, Ventura y otros toreros actuales
Otra de las rivalidades a destacar es la que tienen Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura; ambos no se citan en un ruedo desde hace años en Huelva por Colombinas, desde ahí nada de nada pese a las continuas declaraciones que intentaban hacer ver que nada pasaba. El pasado año fue Ventura el que quiso abrirse y explicar ante todos los aficionados su postura sobre este tema. Ahí contó cosas que se venía guardando, ya la esperanza de volver a rivalizar con Pablo estaba perdida. Dos rejoneadores que le han dado muchísimo al toreo, la competencia entre ellos durante años llenó las plazas, de ahí que no se entienda este conflicto.
«Yo nunca dije que no quería torear con él. Todo lo contrario, siempre pedía torear con Pablo. En algunos sitios se conseguía, en otros no. Llevamos cerca de diez años sin torear juntos, pero las temporadas que sí lo hacíamos, nos veíamos siete u ocho tardes, en temporadas en las que los dos matábamos 50 o 60 festejos«, comentó Diego a Juan Ramón Romero.
Muchos han sido y serán las rivalidades que mantengan ciertos toreros con otros compañeros. Aun en activo, Julián López ‘El Juli’ ha mantenido esa rivalidad con toreros coetáneos a él tanto en el comienzo de su carrera como en los años posteriores a la misma y en este que cumple las bodas de plata como matador de toros. Andrés Roca Rey debe ser otro de los toreros que abandere esa competencia marcada por una nueva hornada que pisa fuerte, sin ir más lejos el pasado mes de septiembre la corrida que rivalizó junto a Juan Leal y Fonseca será recordada por esa pelea de gallos entre los tres. El tiempo dirá si la tendencia sigue siendo la competencia personal con cada uno, o el cuchillo entre los dientes para pelear sin dobleces por cetro del toreo.