EL EXILIO INTERIOR

De cuando Barcelona inauguraba temporada por San José


lunes 20 marzo, 2023

Los aficionados catalanes viven su afición en silencio, como si fuera una molesta enfermedad para la que no hay ungüento sanador posible. Y salen de sus fronteras para proclamar su derecho negado.

Plaza De Toros Monumental De Barcelona (1)
Monumental de Barcelona.

El sábado, en la penúltima de la Feria castellonense de La Magdalena y roto el paseillo, de uno de los tendidos salieron gritos y pancarta proclamando ¡Catalunya es taurina!, de parte de un nutrido grupo de aficionados llegados de la Comunidad vecina. Un viaje, una reivindicación, que lleva más de una década escuchándose pero como quien oye llover.

Y es que la afición catalana viaja para poder disfrutar de lo que en su tierra le niegan. Y Castellón, tan cerca, tan lejos, es destino principal cuando la temporada da sus primeros pasos.

Por San José, o un poco antes (Chamaco, por ejemplo, hizo su presentación el 7 de marzo de 1954) empezaba la temporada taurina en Barcelona. Se anunciaba la primavera y Las Arenas y La Monumental abrían sus puertas y programaban novilladas y corridas de toros y así hasta ya los primeros días del otoño, pasada la Feria de la Mercè.

El cartel que aquí se reproduce está fechado en 1973 y, entre otros, figuran en él José Antonio Campuzano en su despedida de novillero y también  Carlos Escolar “Frascuelo” (decano de los toreros en activo) que tuvo gran cartel en Barcelona y allí tomó la alternativa un año después.  A “Frascuelo”, como otros toreros madrileños (Marcial Lalanda, Vicente Pastor,Aparicio, Antoñete, Ángel Teruel, Joselito, Lucio  Sandin, El Juli… y José Tomás como estandarte), la afición catalana lo hizo suyo. Otra diferencia entre toros y fútbol, entre cultura y deporte.

Sin Titulo 12 1

Los aficionados catalanes viven su afición en silencio, como si fuera una molesta enfermedad para la que no hay ungüento sanador posible. Y salen de sus fronteras para proclamar su derecho negado.

Pero- decíamos- no parece que quienes debieran se sientan interpelados y así las cosas sigue pasando el tiempo pero no es Sam el que canta la melodía y toca el piano en el Café de Rick en Casablanca.

Castellón, Valencia, gaiatas, fallas, mascletás, pólvora, fuego, música, alegría…y toros. Estalla la primavera y el toreo en España, pero en una parte de ella, allá por el nordeste, una Comunidad, una ciudad que fue la que más festejos taurinos daba en la temporada sigue en el abandono taurino, con el oprobioso silencio de los culpables.

Aún así – lo cuenta hoy Zabala de la Serna en El Mundo)- adolescentes , una chica entre ellos,  nacidos en distintos pueblos de la geografía catalana y que no llegaron a ver nunca toros en La Monumental,  siguen alimentando sus sueños toreros en la Escuela Taurina de Catalunya.

Y, entre esos sueños, el mayor y, me temo, más inalcanzable de todos: hacer el paseillo en La Monumental.