En la madrugada de este sábado, 1 de abril, ha fallecido a los 86 años el matador de toros sevillano Rafael Jiménez “Chicuelo”, hijo el mítico Manuel Jiménez Chicuelo y decano de los matadores de toros sevillanos. Una triste noticia que ha sacudido a la capital hispalense horas antes del comienzo de la semana grande de la ciudad.
Rafael nació en la Alameda de Hércules de Sevilla el 7 de marzo de 1937. Era el cuarto hijo de Manuel Chicuelo, matador de toros y nieto de Manuel Jiménez Vera, el primer Chicuelo. Debutó con caballos en Cabra (Córdoba) el 24 de junio de 1952, presentándose en Sevilla el 23 de mayo de 1954, una tarde donde triunfó cortando una oreja a cada novillo que le cupo en suerte aquella tarde primaveral.
Un torero que se ganó su alternativa tras varios años destacando en su escalafón. Sevilla fue el lugar de la misma el 6 de abril en Sevilla, una tarde donde ejerció como padrino Antonio Ordóñez y como testigo Manolo Vázquez de testigo, siendo las reses del emblemático hierro de Carlos Núñez. Confirmaría su alternativa en Madrid el 16 de mayo del mismo año con toros de Galache y Antonio Bienvenida y Manolo Vázquez en el cartel.
Como nos cuenta Carlos Crivell, tras retirarse de los ruedos en 1968, volvió a los mismos en 1981. Se le había prometido una exclusiva de 25 corridas, pero solo toreó dos en Sevilla. La última fue el 2 de mayo de ese año de 1981, con toros de Sayalero y Bandrés y Chicuelo, Curro Romero y Manili en el cartel. Pasó a las filas de los toreros de plata, actuando a las órdenes de Manolo Arruza, Manili y el rejoneador Javier Buendía, con el que estuvo 8 temporadas. Se retiró a la edad de 55 años en 1992.
Durante algunos años fue profesor de la escuela Taurina de Sevilla, ejerció como torero en la vida taurina de la ciudad y llevó el estandarte de la familia Chicuelo por el mundo. Todo el equipo que conforma Cultoro queremos mandar nuestras condolencias a sus familiares y amigos.
