CAMPO BRAVO

El mayoral de Torrehandilla ‘enfrenta’ a dos toros líderes para intentar que se ‘hermanen’, pero logra lo contrario


domingo 23 abril, 2023

Una pelea en el cercado dejó lesionado al líder de la camada; ahora los papeles se cambia y su vuelta está llena de incertidumbre.

Torrehandilla
Un toro en una imagen de archivo y, a la derecha, el animal de Torrehandilla en el vídeo. © José Joaquín Diago

Siempre hablamos del desconocimiento que tiene parte de la sociedad sobre el toro bravo en el campo. Este tipo de animales está continuamente midiendo sus fuerzas, buscando destronar al líder o en su caso proteger aquello que se ganaron en su día. El toro bravo es jerárquico por naturaleza, de ahí que la intromisión de nuevos compañeros en el cercado o la llegada de personas ajenas a él provoquen ciertas reacciones en ellos.

Hoy la queremos recordar gracias a un reportaje de nuestros compañeros de Toros para Todos emitido hace algunos años. Todo el equipo se trasladó hasta la finca Los Recitales: allí había que curar a un toro de la ganadería de Torrehandilla, un animal que tras una dura pelea con sus hermanos de camada ha quedado seriamente dañado. El toro está cojo tras la pelea, de ahí que sea importante administrarle antiinflamatorio para ayudar a su recuperación.

El toro anda enfadado, pero esa lesión en la mano le imposibilita arrancarse hacia el equipo que está grabando dicha faena. Todo se hace con calma para no violentar a un toro que anda caliente. Ya en los corrales con los espacios más reducidos, el toro arremete contra los cabestros antes de entrar en un corral donde se le pinchará dicho medicamento. Por suerte el mayoral hace su labor con ligereza, algo que ayuda a calmar a un toro que necesitará del amparo de los bueyes una vez vuelva a su cerca.

Una vez el toro está curado de su lesión vuelve con sus compañeros de camada, ‘Detective’, que así se llama el animal, debe tener mucho cuidado con sus hermanos, al verle flaquear es fácil que quieran hacer por él y volver a darle una paliza. Son toros más descarados de pitones, por lo tanto, tienen la sartén por el mango. El líder del grupo sale a buscarlo hasta hacer que se vaya a una de las partes más alejadas del cercado. Pese a alejarse de la zona, el otro astado lo busca para hacerle ver que ya ha perdido su cetro, que ahora el que manda es otro.

El mayoral quiere introducirlo en el grupo para que no le peguen cuando pase un tiempo, busca volver a hermanarlo para que así las aguas vuelvan a su cauce. El toro no quiere volver con sus hermanos, se nota débil y tiene miedo a que vuelvan a cebarse con él. Ahora la fórmula es acercar al resto del grupo hacia el lugar donde está el toro herido. El tiempo y su evolución dictaminarán, su, puede volver a sentirse uno más del grupo o quedará apartado de por vida.