CAMPO BRAVO

La UVI del toro bravo: toda una manada la emprende contra un astado de Aguadulce y el mayoral consigue ‘revivirlo’


sábado 8 abril, 2023

Este reportaje emitido hace varios años por el programa Toros para Todos en la ganadería sevillana de Aguadulce y Jose María Aristrain muestra cómo los hombres de campo se desviven por los animales.

Toro
Toro en una imagen de archivo y, a la derecha, el mayoral curándolo. © Pablo Ramos

Una de esas ganaderías que lleva años apostando por la sangre Núñez es la sevillana de Aguadulce y Jose María Aristrain, dos hierros pertenecientes a una misma explotación que tienen su cuartel general en la localidad sevillana de El Garrobo. Allí, poco a poco se va puliendo un proyecto que con la entrada de nuevos sementales de Manolo González intenta dar un salto para seguir evolucionando y asentarse en las ferias de novilladas.

Hace unos años los miembros del programa Toros para Todos acudían a la finca Aguadulce para hacer varios reportajes a los animales que allí pastan desde hace décadas. Nada más llegar se percatan que uno de los utreros está herido, de ahí que el personal de la ganadería llame a los veterinarios para realizar una posible intervención. El novillo anda más delgado que sus hermanos, de ahí que se tenga que dormir al astado para ver el alcance de las heridas.

Ahora toca dormirlo, para ello el veterinario usará una cerbatana con la cantidad precisa de anestesia para dormir a un animal de unos 300-350 kilos. Es un momento delicado, se encuentra rodeado de sus hermanos, y si estos le ven débil pueden volver a cebarse con él, de ahí que sea fundamental apartar al resto de los novillos hacia otra zona del cerrado para evitar así un problema mayor con este animal.

Con el astado en el suelo, el veterinario opta por inyectarse una segunda dosis para asegurarse que no se despierte en medio de la operación. Tras abrir al animal y operarle de urgencia, se opta por sacar al utrero del cercado en la pala del tractor para evitar así que sus hermanos hagan por él cuando lo vean débil. Se le lleva a un cercado contiguo al que estaba para que se recupere bien de la anestesia. La colocación de toro es fundamental, la cabeza tiene que quedar a su altura para que no se ahogue.

Este traslado es —salvando las distancia— una UVI móvil que llevará al animal al lugar que han fijado para que descanse del posoperatorio. Hasta allí acuden los hermanos de camada, pese a separarles una alambrada no le quitan ojo, están pendientes de él, si pudieran lo rematarían allí mismo y terminarían lo que empezaron hace unos días, por ello es crucial apartar a los novillos hacia la otra punta de la cerca, de lo contrario si llegan a romper la valla el animal herido estaría perdido.

Los utreros se empiezan a alterar, entre ellos surgen conatos de peleas que no llegan a más, intuyen lo que pude estar ocurriendo, y como animales jerárquicos que son no quieren dejar pasar la oportunidad de rematar al débil, ese que les presentó cara, pero que perdió el combate. Es tremenda la agresividad que muestran hacia él el resto de los novillos, de ahí que aún la tensión se palpe en el ambiente. Una vez que se recupere de la anestesia y este recuperado, seguirá en esta cerca hasta que se cierre esa herida que aún anda fresca.