MADRID

Antonio Bañuelos, tras la carta de denuncia a Abellán: «Un toro en El Batán puede estar cuatro días sin comer»


martes 23 mayo, 2023

Este domingo, el presidente de esta entidad, el ganadero Antonio Bañuelos, habló para el programa El Toril, de Onda Madrid, y siguió expresando su malestar sobre este asunto.

Antonio Bañuelos
Antonio Bañuelos, en un acto en la asociación El Toro. © A. T.

La Real Unión de Toros de Lidia –RUCTLpidió la pasada semana en una carta a la Comunidad de Madrid que se dejasen de exponer los toros en la Venta del Batán después de los últimos percances con encierros como El Parralejo o, días atrás, con los de El Capea. En su misiva, dirigida al director-gerente del Centro de Asuntos taurinos de la CAM, Miguel Abellán, la RUCTL exponía sus reclamaciones y reivindicaciones sobre lo ocurrido.

Este domingo, el presidente de esta entidad, el ganadero Antonio Bañuelos, habló para el programa El Toril, de Onda Madrid, y siguió expresando su malestar sobre este asunto: «Desde el principio de la Feria, ya estábamos cuestionando la viabilidad y la necesidad (de exponer toros en este espacio), porque es un atractivo y una promoción. Y ya hace veinte años que todos hemos ido a la Venta del Batán, pero ya en la Feria de Otoño se vieron las dificultades en cuanto a los controles veterinarios», señalaba sobre que, tras doce días en ese lugar, deben someterse a la aprobación veterinaria antes de lidiarse en Las Ventas. «Hay ganaderos que de ninguna de las maneras querían ir, y no puede ser. No se puede obligar a llevar a un ganadero un trabajo realizado durante más de cuatro años a un lugar donde no quiere que vaya», denunciaba Bañuelos.

Y seguía ahondando en la teoría de los ganaderos a los que representa: «Cada ganadería es totalmente diferente. Unos se acoplan, otros se pelean entre ellos y se miden en distancia y pueden estar hasta tres o cuatro días sin comer. Por otro lado, en la sombrilla que hay -en cada cercado del Batán-, pueden darse muchas condiciones: que hagan 35 grados o que esté lloviendo y estén pisando un barrizal por la rodilla. De todo ha pasado, por lo que cada ganadería sufre una alteración diferente, pero todas sufren alteración», denunciaba Bañuelos.

E incidía en que «romper el hábitat en el momento del embarque a la Venta del Batán ya supone un riesgo»:  «Pierden el hábito de la comida, del ejercicio… y no son 48 horas reglamentarias para enchiquerar, sino hasta 12 días, con personas no demasiado lejos, con ruidos, con alteraciones de todo tipo que les supone distracción, lo que produce peleas entre ellos y pérdidas de peso sensibles. Y luego se embarcan de nuevo al camión para llevarlos a Las Ventas donde ya pasan por la báscula oficial y les dicen el peso que tienen», critica Bañuelos.

El ejemplo de Francia

Toro
Uno de los toros para la próxima Feria de Nimes esperando en los alrededores de la ciudad, donde se encuentran los corrales.

«Nadie dice que los toros no vayan a la Venta del Batán, pero se pide y se exige que sea igual que en todas las plazas de primera donde se exhiban los toros como Pamplona, como en Francia -Dax, Nimes, Arles…-, donde han llegado al extremo de cubrir los pasillos de los espectadores con cristales en los que el toro no vea absolutamente nada. Esta es la única plaza del mundo donde se hace un reconocimiento después de estar 13 días en un corral», sigue insistiendo Bañuelos.

Y remarca que «esto proviene de un pliego de la Comunidad de Madrid en el que se exigía a la plica ganadora eso, pero en ningún momento se habló con el protagonista, que es el ganadero. Nunca se consultó qué era lo mejor para el toro y para minimizar los riesgos para que el toro llegue al festejo en perfectas condiciones. Si deciden que tienen que ir a la Venta del Batán, tendrá que habilitarse ésta para hacer el reconocimiento previo nada más bajarse del camión y el peso de la báscula igual», solicita el presidente de la RUCTL.

«Ningún ganadero que voluntariamente no quiera ir debe de ir»

Batan
Un toro de Fuente Ymbro en el Batán la pasada temporada. © Pablo Ramos

«Ningún ganadero que voluntariamente no quiera ir debe de ir», manifiesta Bañuelos, que prosigue señalando que «no se puede permitir la presión y la obligación a la que se ha sometido a unas ganaderías sí y a otras no». De hecho, «el ganadero José Escolar dijo que los toros en los que más confianza tenía no los había embarcado para ir al Batán, y a uno de ellos terminó dándosele la vuelta al ruedo en Las Ventas…», ejemplifica Bañuelos.

Y señala Bañuelos que «hubo una llamada personal al director por cortesía antes de enviar la carta. Y aún no ha habido respuesta. Hay que tener en cuenta que hoy es día 22, y dentro de unos días son las elecciones…». «No es deseo de nadie que se cierre la Venta del Batán porque tiene una función muy importante en cuanto a la Escuela Taurina y creo que es un sitio muy apropiado para crear un Centro de Interpretación del Toro de Lidia, en el que pueda haber toros durante todos los días del año, un Centro de Interpretación cubierto donde pueda haber vídeos donde se enseñan todas las labores de manejo del campo a colegios y colectivos. Pero no se puede poner en riesgo el trabajo de más de cuatro años de las ganaderías», concluía.