CAMPO BRAVO

La bella camada de Ana Romero: así son los ‘santacolomas’ que se crían en el corazón de Cádiz


domingo 28 mayo, 2023

Conocemos la camada de la divisa gaditana en una temporada clave para este hierro.

Ana Romero
Un astado de Ana Romero. © Stéphan Guin

La ganadería de Ana Romero es de esas divisas reconocibles por los aficionados, su sangre Santa Coloma canta tanto en las hechuras de los animales como en su mirada viva y en su comportamiento altivo. Un tipo de toro nada fácil de manejar en el campo por su carácter muchas veces irascible. En la finca ‘Las Cobatillas’, situada en Alcalá de los Gazules en plena Ruta del Toro, Lucas Carrasco sigue luchando por mantener en el mercado una ganadería de reconocido prestigio.

Sin duda, éste es un paraíso para el toro bravo, un lugar que esconde un tesoro genético de incalculable valor: allí Lucas Carrasco cría y selecciona un tipo de animal muy definido, que le llena completamente como aficionado y ganadero. Un ganadero que conoce a la perfección el tipo de toro que llegara a esta casa tras la compra en 1958 por parte de Ana Romero Reguera de uno de los lotes en los que se dividió la ganadería de Arturo Pérez Fernández en 1953.

Un año después se decide alminar todo lo anterior formando su ganadería con vacas procedentes de don Alipio Pérez-Tabernero y sementales de don Joaquín Buendía, un tipo de procedencia que el ganadero actual, hijo de Ana Romero Reguera, nombre del que proviene la ganadería, sigue manteniendo pura en su finca gaditana.

El de Ana Romero es un tipo de toro de sangre Santa Coloma, pero con una personalidad peculiar, un animal que siempre ha mantenido la identidad de su encaste, ese que se refrescaría con sementales de Rehuelga puro Buendía para seguir mejorando la ganadería en momentos en el que la exigencia para este tipo de encastes es máxima. Por todo ello queríamos conocer la camada de 2023 de esta afamada ganadería, un hierro que seguirá dándole lustre al encaste Santa Coloma por la rama de Alipio Pérez-Tabernero y Joaquín Buendía Peña.

En los cercados de ‘Las Cobatillas’ la primavera hace tiempo que dejó paso al verano, los cercados de las hembras cuentan con mayor cantidad de alimento, pero este ya pasó de verde primaveral al amarillo pajizo que nos indica que el estío se hizo presente. Las recientes lluvias caídas en la zona ayudarán a que no sean tan duro los meses que vienen por delante, la borrasca que está atravesando nuestra piel de toro parece que dará un respiro a unos ganaderos que ya ven perdido el año si hablamos de cosechas.

Lucas Carrasco no pierde la sonrisa pese a vivir momentos muy duros. El Covid, la subida de precios derivada de la guerra en Ucrania, una inflación por las nubes… y ahora la sequía. Pese a ello sabe y confía que podrá darle salida a aquello que cría: primero, porque es un referente en el encaste, segundo, por el buen momento que atraviesa y tercero, por las hechuras de una camada muy en tipo, torera y con una variedad de pelos que le dan mayor enjundia a la camada.

Los destinos de la camada

Romero
Otro astado de Ana Romero. © Stéphan Guin

Esa camada que ya tiene definidas varias plazas donde lidiará este 2023 el hierro gaditano. Serán cinco los cosos donde los astados de procedencia Alipio Pérez-Tabernero-Joaquín Buendía tengan la oportunidad de demostrar su bravura y nobleza. De las cinco ya lidió con un buen resultado una novillada el pasado 30 de abril en Las Matas, donde actuaron Joel Ramírez, Javier Aparicio y Eduardo Ruiz Velasco.

Por delante le queda la final a tres de La Copa Chenel el 10 de junio y una corrida de toros a lidiar en la plaza de toros de Azpeitia el próximo 30 de julio. Dos corridas de toros donde lidiará un total de nueve reses al ser un desafío ganadero con Victoriano del Río en la plaza de toros de Alarpardo. Tras estos festejos le quedan aún siete novillos más por lidiar; seis en Arganda del Rey y uno más en la plaza de toros Villaseca de la Sagra, en una concurso de seis hierros diferentes.