ENTREVISTA

Juan Pedro Domecq ‘reconoce’ que está metiendo ‘otro encaste’ en su ganadería: «Muchos ganaderos lo hacen, pero a lo mejor no lo cuentan»


jueves 21 septiembre, 2023

Juan Pedro Domecq Morenés habla abiertamente de la existencia de sangre Atanasio en la divisa que su abuelo puso en figura de los ganaderos.

Juan Pedro Y Victoriano
Juan Pedro Domecq y Victoriano del Río hablando en el callejón de Las Ventas. © Plaza 1

“No hay ganadería sin ganadero”. Esta es sin duda una de las frases más acertadas que hay en el mundo de toro. Y decimos acertada porque el propio criador es el que le da la personalidad a sus animales buscando un tipo de embestida muy personal, esa que es la que sueña ver en esos animales que cría. Por eso, pese a existir grandes similitudes entre ganaderos, cada hierro es un mundo. Muchas veces nos enrocamos y ponemos el foco en el encaste que tiene una divisa u otra sin pensar en el concepto de bravura que tiene ese ganadero en la cabeza.

Hoy en día si sentamos alrededor de una mesa a tres ganaderos como Carlos Núñez, Fermín Bohórquez y Álvaro Núñez Benjumea, tres ganaderos con ganaderías totalmente distintas entre sí, seguramente tengan mayores puntos en común sobre el concepto de bravura y los distintos matices para llegar a ella que otros que compartan un mismo encaste como podían ser los hermanos Domecq Solís, esos que crearon tres proyectos ganaderos como el de Juan Pedro Domecq, Jandilla o Zalduendo.

Una de esas ganaderías que lleva lustros aleccionando un tipo de toro definido es Juan Pedro Domecq, sin duda la madre de una gran parte de las vacadas que hay en la actualidad en España. Un encaste tan moldeable que te permite encontrar un tipo de toro diametralmente opuesto al que adquirió otro compañero de la misma simiente. Pero no hay que tenerle miedo a buscar fuera de casa aquello que un ganadero no tiene, el explorar nuevas vías hacia una bravura que aunque no sea total sí se acerque mucho.

Muchos criadores han introducido en sus vacadas animales de otros encastes, astados que le han servido para dar un paso más hacia aquello que les llenaba como ganadero. Núñez del Cuvillo ya lo hizo en su momento con una amalgama de sangres donde se encontraba el encaste Núñez, Domecq, Osborne y Atanasio, cuatro ramas de la sangre Vistahermosa que perduraron en mayor o menos medida en la casa debido a la posterior selección.

Juan Pedro Domecq: «Cada ganadero busca lo que cree que cada ganadería necesita»

Juan Pedro Domecq Toro
Un toro de Juan Pedro Domecq en los corrales de Las Ventas. © Plaza 1

También en tierras charras se han realizado cruces que han derivado en un tipo de toro muy definido, ahí estaba el encaste Aldeanueva proveniente de Dª María Antonia Fonseca, un toro más voluminosos, altón y huesudo que el típico de la línea pura Domecq y que ahora El Pilar ha conseguido moldear sin perder su esencia. Con el paso de los años hubo muchos ganaderos que le perdieron el miedo a cruzar unos encastes con otros, buscando más que un encaste o una procedencia, una línea o reata en particular que le ayudase a encontrar aquello que le faltaba.

Si tuviera que buscar fuera, ¿dónde buscaría Juan Pedro? Le preguntaba Martín de Blas hace unos días a Juan Pedro Domecq Morenés en su programa Tiempo de Toros: “En Jandilla, en mi tío Álvaro, algunas cosas de Atanasio, cosas de Las Ramblas… son pimienta para el guiso. Pero buscar la mayor amplitud de caracteres para conseguir la bravura. Y luego trabajar sobre lo que tenía, intentando abrir la ganadería lo máximo posible”.

¿Ha buscado en Atanasio?: “Mira, el toro Aldeano, de Victoriano del Río, es hijo de un toro Berroqueño de Antonio Ordóñez que lo hizo mi abuelo. Y eso ha marcado la forma de embestir la ganadería. Mi abuelo ya lo hizo. Muchos ganaderos lo hacen, pero a lo mejor no lo cuentan. Cada ganadero busca lo que cree que cada ganadería necesita. Y cada ganadería necesita un complemento distinto” acababa comentando el ganadero afincado en la provincia de Sevilla.