Imanol Arias es uno de esos personajes que lleva acompañándonos toda la vida tanto en la pequeña pantalla como en el cine y el teatro. Nacido en Riaño, provincia de León, el 26 de abril de 1956, comenzó su andadura en el mundo del cine a finales de los años 70. Es un profundo amante de la cultura y con unas convicciones muy marcadas. Imanol es de esa generación de españoles que siente un gran respeto por la tauromaquia y el mundo del toro.
No se esconde a la hora de decir que es taurino, y no desde un punto de vista alejando del espectáculo, todo lo contrario, es un gran conocedor de la historia del toreo, las distintas suertes y su liturgia. Hoy recordamos una entrevista que Belén Plaza, presentadora del programa Tendido Cero de RTVE, le hizo hace unos años en los mismos estudios donde se rueda Cuéntame cómo pasó, una de las series más populares del actor.
En ella habla de su afición por los toros, de su origen, de la defensa de la tauromaquia, así como de las diferencias y similitudes entre el teatro y el mundo de la tauromaquia. Su gran devoción por Curro Puya o Manolete, así como por la supervivencia de una Fiesta que está intrínsecamente unida a la historia de España. No es raro por tanto verlo en un tendido de una plaza de toros, Madrid es una plaza a la que suele acudir, pero sin ninguna duda la que más le pellizca el corazón es la Plaza Real de El Puerto de Santa María.
Así habla sobre el toreo Imanol Arias
¿Cómo y por quién surge tu afición a los toros?
Mi afición a los toros nació desde una repulsa total, seguramente por cosas ajenas a lo taurino, por vivir en el norte, por una determinada época de mi juventud… había algo de infranqueable en mí estúpidamente de Despeñaperros para abajo. Mi afición a los toros nace de un rechazo, pero nace de una pasión de mi familia política, que es una familia de toreros. Y yo creo que lo mismo que me ha enseñado a querer al sur, y a sentirme y a querer al sur, Pastora indirectamente es la que me enseñó a valorar los toros. Y luego una película que no llegué a hacer, en la que me ofrecieron un papel de torero, y en ese momento conocí a Ortega Cano, a Yiyo, empecé a ir a la plaza a intentar representar un poco lo que puede ser un torero.
¿Una frase para definir el toreo?
Yo creo que el toreo es el único arte en el que la vida y la muerte son verdad. El único. En los demás artes imitamos.
La época de los 60 es una gran época en los toros, ¿a qué toreros seguiría Antonio Alcántara?
Seguramente le gustaría mucho la sobriedad de El Viti, le gustaría mucho la maestría de Curro, la alegría de Litri y de los sevillanos.
¿Con qué argumentos defendería la Fiesta ante un ecologista?
Echaría mano de la historia y le diría que el toro de Creta determinaba una geografía llena de animales bravos que empezaba en Creta, ocupaba todo Italia, el sur de Francia y un poco de la Península Ibérica. Los partidarios de no torear a los toros, sino comérselos han hecho que no haya toros en Creta ni tampoco en Italia y que donde están los toros es donde los toreamos no donde nos los comemos. Como le dijo una vez Sánchez Mejías a Lorca, al cual le piropeaba mucho por carta y le tomaba mucho el pelo diciendo que los toreros eran muy chulos, variopintos, que se gustaban a si mismos, que el torero era muy femenino… entonces le dijo «mira Federico, en el mundo del toro solo hay dos tipos de personas, uno los que os coméis los toros y otros los que los toreamos». Bueno, pues yo creo que torear los toros ha permitido que ecológicamente exista una raza especial, no en peligro de extinción, en todo caso en una profunda revisión social sobre su pureza
En el teatro o en los toros como desearías suerte
El los toros es ‘Qué Dios la reparta’, y en el teatro como imitamos todo decimos «mucha mierda» jajajaja.
¿Dónde hay más supersticiones? en el teatro o en los toros
En el teatro aparentemente las supersticiones tienen que ver con algo que es el resultado de un espectáculo, mientras que en los toros tienen que ver con la vida y la muerte, porque son mucho más profundas, creo sinceramente que es mucho más acertada, algunas necesarias también.
¿De qué plaza sería empresario?
Sin ninguna duda la plaza de toros de El Puerto de Santa María
¿A qué torero daría vida en la pequeña pantalla?
Pues me encantaría a Curro Puya, por lo elegante, por lo corta que fue su vida, y si no tendría que ser Manolete, por lo estático.