Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Pablo Aguado trenzaban, en la tarde de este 22 de agosto, el paseíllo en la tercera de abono de la Feria de San Julián de Cuenca para hacerle frente a un encierro santacolomeño de Rehuelga.
Morante abrevia con un primero sin historia
«Suareño» se llamaba el primero de Rehuelga, al que Morante recibió en el tercio, probándolo, sin poder estirarse a la verónica. Tras el puyazo de Aurelio Cruz, lo cuidó Lili en la brega, intentándolo llevar largo y por abajo y cumplieron con solvencia Trujillo y Araujo con los palos. Inició el trasteo pegado a tablas, por alto, ante un animal que protestaba si le echaban los vuelos arriba. Lo quiso torear por el derecho, dándoselos uno a uno, debido a que el Santa Coloma se quedaba muy corto en el viaje. Cuando cambió al izquierdo, se vio sorprendido cuando le pegó un derrote mientras le presentaba la muleta al natural sin aparentes consecuencias. Lo macheteó y se fue a por la espada. Despenó al animal tras dos pinchazos y tuvo que recurrir al verduguillo.
Emilio de Justo desoreja a «Lumbrero», un gran segundo de Rehuelga de vuelta al ruedo
Con el segundo se estiró a la verónica Emilio de Justo, dibujando tres lances muy toreros por el pitón derecho en el saludo capotero. Dos buenos puyazos recetó Juan Bernal a un animal que apretó en el peto. Le vio las virtudes al toro Pablo Aguado y quiso dejar su impronta firmando un quite por delantales que remató con una media en el centro del anillo. Replicó Emilio de Justo, por chicuelinas de mano baja en las que exigió al Santa Coloma. Con eficacia pareó la cuadrilla para dejar al extremeño solo con el de Rehuelga. Se dobló por bajo para el inicio de faena, haciéndolo todo a favor del animal para abrirle los caminos para después ponerse a torear por el derecho a un animal que perseguía los vuelos por abajo, con el tipo de embestida marca de la casa. Pudo ligar el extremeño a placer tres tandas por el derecho a los sones de Concha Flamenca y también le recetó naturales muy encajado, obligándolo y llevándolo hasta el final. El cierre a pies juntos fue el broche que merecía la faena y precedió a una gran estocada arriba con la que el toro rodó sin puntilla.
Pablo Aguado, detalles de toreo caro sin espada en el tercero
Con el mentón en el pecho y echando los vuelos con suavidad le robó Pablo Aguado cuatro verónicas muy templadas al tercero de Rehuelga, que acudió al caballo al relance y apretó en el peto de Mario Benítez, que aguantó arriba y se llevó una gran ovación. El de Rehuelga se quedó corto en el capote de Iván García. En la franela, inició faena Pablo Aguado por doblones, muy torero, saliéndose con el cárdeno a los medios. Lo tocaba muy suave para intentarlo llevar alrededor de la cadera, aunque se veía obligado a perder pasos al final de cada muletazo, pues el animal carecía de finales y llevaba la cara a media altura. Lo intentó el sevillano, con tandas cortas a media altura en una faena que no terminó de romper. Lo mató de media estocada tras pinchazo y saludó una ovación. El toro lo brindó a Emilio de Justo.
Morante aprovecha los quince muletazos que tenía el cuarto y le corta una oreja
Tampoco se pudo estirar Morante con el flojo cuarto, el menos serio del festejo. Lo pegó Cristóbal Cruz en el caballo, quedando el animal muy limitado de fuerzas. Con exposición clavaron Lili y Araujo antes del comienzo de faena de Morante. Por alto abrió el cigarrero el trasteo, ante un animal que había que cuidar y que hizo cosas de querer huir de la pelea. Le recetó tres buenas tandas por el derecho, con las zapatillas clavadas en el albero, templando los muletazos y adornándose con molinetes marca de la casa. Se vino abajo el animal, aburriéndose en el epílogo de la faena, lo que llevó a Morante a adornarse por bajo y buscar el acero. Cerró el trasteo por alto y cobró una estocada algo caída que fue suficiente.
Emilio de Justo se justifica con el imposible quinto
No lo vio claro Emilio de Justo en el recibo de capote con el serio quinto, que no peleó de verdad en el caballo. Con eficacia parearon Manuel Gómez y José Manuel Pérez a un animal que tampoco quiso romper hacia adelante en el capote de Morenito de Arles. Se quiso doblar Emilio de Justo para abrir faena a un animal desrazado, al que tuvo que aguantarle los parones el extremeño, que selló una más que seria actuación con un toro con el que era imposible el lucimiento. Se quedaba sin pasar el Santa Coloma, teniendo que recurrir De Justo al toreo sobre las piernas antes de irse a por la espada de manera acertada. Cobró una estocada caída que fue suficiente.
Pablo Aguado sublima el toreo al natural y desoreja a un sexto de vuelta
Por abajo toreó Pablo Aguado en el recibo al sexto, «Callejón», de Rehuelga, que recibió un largo puyazo en el caballo. Ya dejó ver la virtud de la gran fijeza en banderillas, tercio en el que brilló especialmente Iván García con dos grandes pares. Tras el brindis al público, se dobló por bajo el sevillano en un inicio en el que se atisbó la repetición y el motor del Santa Coloma, al que había que cuidar, pues acusaba el puyazo que recibió en el caballo. Sin embargo, la repetición permitió a Pablo quedarse en el sitio para echar los vuelos con una gran suavidad, con el pecho por delante y recoger la embestida por detrás de la cadera en las tandas iniciales por el derecho que no encontraron en el tendido el eco suficiente que merecían. También fue largo el animal al natural, pitón por el que Pablo Aguado terminó de destapar su toreo encajado, presidido por la exquisita suavidad y adornado con los remates por bajo y cambios de mano que derrocharon torería a raudales. Se siguió gustando Pablo Aguado, toreando a placer al gran toro de Rehuelga, que tenía el único defecto de que no se le podía obligar en exceso por abajo. Continuó el sevillano gustándose al natural, llevando al toro embebido y vaciando el muletazo en una faena en la que subimó el toreo. Arreció la petición de indulto cuando se fue a por el acero y siguió toreando el hispalense, emborrachándose de toreo con tandas al natural rematadas por grandes pases de pecho. Entró a matar después de que sonaran dos avisos y enterró el acero a la segunda.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cuenca. Tercera de la Feria de San Julián. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de Rehuelga. Sin ritmo y quedándose corto en el viaje el primero; embistió con calidad, persiguiendo las telas con fijeza y humillación, muy en el tipo del encaste el «Lumbrero» segundo, que recibió el premio de la vuelta al ruedo; le faltó emoción al noble tercero, que echó la cara a media altura y no tuvo finales; flojo fue el cuarto, al que se le picó en exceso y lo terminó acusando en la muleta; imposible fue el desrazado quinto; extraordinario fue el sexto, que tuvo repetición, ritmo y humillación, al que le pidió el indulto y fue premiado con dos vueltas al ruedo.
Morante de la Puebla, silencio y oreja.
Emilio de Justo, dos orejas y ovación.
Pablo Aguado, ovación y dos orejas tras dos avisos.
INCIDENCIAS: El tendido sacó a saludar a Emilio de Justo tras el paseíllo, que hizo saludar a sus compañeros.
FOTOGALERÍA: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO
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