Diego Urdiales, José María Manzanares y Daniel Luque, en sustitución de Andrés Roca Rey, trenzaban el paseíllo este martes en la cuarta de abono de la Feria de los Remedios de Colmenar Viejo. Se lidiaba un encierro con el hierro de Luis Algarra.
Silencio para Urdiales con un primero que nunca se entregó
Urdiales echó por delante el de menos peso del encierro de Algarra, y se le agarró al piso tan pronto que apenas hubo un par de lances en los primeros tercios de parte del arnedano. En la muleta no valió el de Algarra, porque le quiso dar suavidad Diego al animal y éste le devolvió asperezas y violencias, sobre todo al viajar el muletazo hacia adentro. No había premio detrás de las arrancadas y Diego se lo quitó de en medio con habilidad para escuchar silencio.
Manzanares le corta una oreja con facilidad al toro de su debut en La Corredera
El segundo, el toro del debut de Manzanares en el coso de La Corredera, se rebozó con más clase que fijeza en el capote del alicantino, solvente y empacado en los trazos. Tenía nobleza el toro en la muleta, pero le costaba irse del trapo con la misma facilidad que venía. Pegajoso y por dentro terminó el animal, pero tuvo facilidad Josemari para mantenerlo en la línea que menos comprometía los muslos y más embellecía el dibujo. Un sartenazo fulminante bastó para despenar al bicho y cortar una oreja.
La suficiencia de Luque basta para cortar una oreja del aplomado tercero
Cuando salió el tercero ya estaba Luque clavado en el tercio para recibir a Sacristán sin mover los pies del piso. Pero fue la suavidad con la que se recreó el sevillano en dejar que cayese el capote en verónicas y personales chicuelinas, para rematar a una mano tras la cadera. Magnífico. Como lo fue el quite por chicuelinas que abrochó con la media que otros solo sueñan. Brindó al público el sevillano, y el inicio de estatuarios y trincherazos hasta el de pecho -personalísimo- iba a una velocidad distinta que el mundo. Todo muy despacio. La lástima fue que se acabó pronto la gasolina al de Algarra, con el que tuvo que lidiar sabiendo siempre lo que demandaba el toro y lo que necesitaba la faena. Claro de ideas Daniel, que volvió a hacer sonar el cañón que tiene por espada y tiró patas arriba al animal saliendo escupido de lo derecho que fue hacia el toro. La oreja que paseó fue más que justa.
Ovación para Urdiales con un complejo cuarto con el que no se entendió
La preciosa estampa del cuarto de Algarra engañó mucho, viendo el comportamiento de después, porque ni se entregó de salida al percal que le ofreció Urdiales ni lo hizo en el caballo ni lo puso fácil en banderillas. Y pasaron muchos minutos sin entenderse toro y torero, hasta que llegó la conjunción en una serie de mano diestra tocando mucho y sin dejar que parase el bicho. Fue lo mejor de un trasteo con demasiados altibajos que remató con una estocada delantera que resultó fulminante.
Manzanares corta otra oreja del noble quinto y se asegura la puerta grande en su debut en este coso
Al quinto, amplio y brioso de salida, le sopló Manzanares un manojo de verónicas de muy bella fábrica, con el animal reduciendo su velocidad en el trapo y luciendo clase y nobleza. A Ginés Bartolomé fue el brindis antes de irse a lidiar con la clase. Pero fue la fuerza lo que escaseó en el animal, que siempre quiso acudir al trapo con clase y con voluntad de embestir. Lo vio claro Manzanares, que soltó los vuelos de la zurda para torearlo muy despacio al natural, por donde no había continuidad, pero sí calidad. Como en un par de cambios de mano que murieron con la zurda enviando en procesión al de Algarra detrás de la cadera. Una estocada trasera y tendida sobre el aviso le bastó al alicantino para cortar la oreja que le faltaba para abrir la puerta grande en su debut colmenareño.
Mucho más Luque que toro en el último acto de la última corrida
El altiricón sexto, largo de manos y generoso de badana, no se entregó ni siquiera en el percal de Daniel Luque. Por eso le arreó una vara dura, con la esperanza de que terminase ahormado. Pero no fue eso lo que ocurrió. Fue el capote de Juan Contreras, sin embargo, el que le marcó el camino al animal en la brega de banderillas, y cuando llegó a la muleta lo hizo mucho más suave. Ahora había que echarlo para adelante y encelarlo sin querer que repitiese de inmediato. Por eso fue inteligente y veterano Luque para administrar a un animal que nunca anduvo sobrado. Basto y bruto siempre, ni siquiera emoción tuvo en la embestida, y con la tarde decayendo todavía supo Daniel pegarle muletazos a un animal que parecía ya consumido.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Colmenar Viejo, Madrid. Cuarta de abono. Corrida de toros. Dos tercios de entrada.
Toros de Luis Algarra, agarrado al piso y sin entrega el primero; con movilidad y tendencia a venir por dentro el segundo; noble pero aplomado y renuente el tercero; con chispa en corto y desentendido en largo el complejo cuarto; de nobleza y clase con el fuelle justo el quinto; basto y bruto el amplio y deslucido sexto.
Diego Urdiales, silencio y ovación.
José María Manzanares, oreja y oreja.
Daniel Luque, en sustitución de Andrés Roca Rey, oreja y ovación.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
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