RONDA (MÁLAGA)

El ‘regreso’ de la Roca cimentadora de la temporada y una sublime faena de Juan Ortega


sábado 3 septiembre, 2022

Morante de la Puebla fue silenciado en su lote, dos orejas del quinto tras una obra sublime paseó Juan Ortega y dos del primero de su lote un Roca Rey que volvió como se fue. Desigual corrida de Jandilla en juego, destacando el gran quinto.

Ronda
Puerta grande en Ronda. © Eduardo Porcuna

Morante de la Puebla, Juan Ortega y Roca Rey trenzaban el paseíllo, este sábado, en la tradicional LXV Corrida Goyesca de Ronda en la que se lidiaba un encierro de Jandilla.

Esfuerzo de Morante ante la falta de ritmo del primero

No rompió el primero de la tarde, un toro al que ya le dejó su sello capotero Morante de la Puebla en las chicuelinas tras la vara, pero le faltó codicia y ritmo a un animal que, además, comenzó a defenderse en el final de la obra. Intentó estar firme Morante, pero fue esfuerzo baldío. Ese astado lo brindó a Rafael de Paula, su maestro y apoderado hace más de una década.

Silenciado Juan Ortega, que deja muletazos aislados de calidad al deslucido segundo

Silenciado Juan Ortega ante el segundo de la tarde, con el que dejó su sello a la verónica, dejando momentos de mucho calado en el tendido; había que estar firme con él porque su embestida era informal. Y había que ponerle fe en la proposición; intentó dársela Ortega, que le sopló muletazos aislados de calidad, pero no terminó de romper la obra. Lo despenó a la primera.

Roca Rey, sublime, corta las dos orejas del tercero, con el que reaparecía tras su percance de Bilbao

Roca Rey llegó como se fue: desorejando al tercero, el toro de su vuelta tras la cogida que sufrió la pasada semana en las Corridas Generales de Bilbao. Ya dejó verónicas de bello trazo para recibirlo, y luego dejó una obra de plena firmeza, capacidad, inteligencia y técnica, para llegar con mucha fuerza al tendido por ambos lados. Cogió bien la distancia y la altura a un animal que se entregó al valor de Roca Rey, que le bajó la mano por la diestra y le voló el trazo al natural con plena dulzura. Una delicia algunos de ellos. El final de faena, sublime y en cercanías, puso junto a la estocada las dos orejas en su mano.

Morante acorta obra con el deslucido y mansurrón cuarto bis

Para adentro se fue el cuarto por descordado, saliendo un sobrero de la misma ganadería que no fue propicio para la lidia; animal con condición mansurrona que puso en apuros a la cuadrilla de Morante, que lo probó por ambos lados y cortó por lo sano, no estando acertado con el acero.

Juan Ortega y su toreo caro desorejan al quinto

Una faena sublime fue la de Juan Ortega en el quinto de la tarde, un animal con humillación, clase y codicia al que aprovechó con su concepto de clasicismo y pura sevillanía. Por ambos lados se pasó al animal con pureza Ortega, desplegando la personalidad que atesora; y trazó al natural con una belleza superlativa. Una delicia su faena. Tras la estocada, paseó el doble apéndice.

Momentos templados de Roca Rey ante el flojo pero enclasado sexto

Silenciado resultó Andrés Roca Rey con el sexto de la tarde, un animal que sí tuvo calidad pero no tuvo apenas fuerza. Con esa condición, fue imposible conectar. Aún así, dejó perlas de su toreo el peruano, que dejó momentos de toreo a ralentí.

FICHA DEL FESTEJO

Real Maestranza de Caballería de Ronda. Tercera de la Feria de Pedro Romero. Corrida de toros. Lleno.

Toros de Jandilla, de los que destacó el gran quinto.

Morante de la Puebla, silencio y silencio tras aviso.

Juan Ortega, silencio y dos orejas.

Roca Rey, dos orejas y silencio.

FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA

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