El pasado jueves 8 de septiembre el torero sevillano José Antonio Morante de la Puebla hacía su debut en la plaza de toros de Béjar, también conocida como La Ancianita al tratarse de la plaza más antigua del mundo. En su XXV aniversario de Alternativa Morante ha querido apostar por estar presente en plazas de tercera que supusieran un espaldarazo a la tauromaquia local.
Llamaba pues la atención que José Antonio, ni siquiera de novillero y de matador de toros hubiera trenzado el paseíllo en este lugar con tanto encanto situado en la provincia de Salamanca. Una tarde en la que compartiría cartel con Canales Rivera y Pedro Gutiérrez ‘El Capea’ con ganado se San Pelayo.
Un festejo que se vio frustrado debido al tremendo aguacero que obligó a suspender la corrida una vez terminada la actuación de Canales Rivera en el segundo toro de su lote. Por lo tanto, una tarde en la que Morante nada más que pudo estoquear un toro al que le cortó una oreja. En ese toro se vio una imagen para el recuerdo, José Antonio se sacó de la chistera un puntillazo con el astado en pie, un gesto añejo y muy efectivo que puso a la gente de su parte.
Pero otro de los momentos más especiales de la tarde no se vivió en el ruedo, sino en la intimidad de una ermita donde Morante de la Puebla rezaba antes del festejo. Fue concretamente en el Santuario y Cofradía Ntra. Sra. del Castañar; Patrona de Béjar y de su comarca. Este Santuario es una ermita de grandes dimensiones situada en lo alto de la localidad, construida aproximadamente en el siglo XVII-XVIII. En su interior se encuentra en el altar mayor la patrona de Béjar y El Castañar, la virgen homónima.
Uno de esos momentos de recogimiento que captó la cámara de Javier Valencia, el cual publicó la instantánea en su red social de Twitter con el siguiente comentario: «Morante de la Puebla en El Castañar. Minutos antes de pisar #LaAncianita, la plaza de toros más antigua del mundo».