Es algo por lo que se llevan quejando los aficionados desde principio de temporada. La plaza de toros de Las Ventas no está como tenía que estar, y eso es debido a el incivismo de ciertos aficionados y a una falta de dejadez por aquellos que deben tomar cartas en el asunto. No es normal que la primera plaza del mundo esté así de sucia, que sus paredes estén desconchadas y que muchas de las localidades hace tiempo que no se limpian. El aficionado ve como aquellos que tienen que poner la solución miran hacia otro lado y no dan un pase adelante.
Ayer terminó la temporada en la plaza de toros de Las Ventas con la corrida de la Hispanidad, un festejo que contó con la masiva respuesta de público y aficionados, los cuales llenaron hasta la bandera la Monumental. Una corrida que acabó con el triunfo de Roca Rey y Francisco de Manuel tras una gran tarde de toros.
Una corrida que, pese a acabar de forma triunfal no debe tapar el lamentable aspecto de una plaza que día sí, y día también, ve como el aficionado incívico va ganándole la partida a ese que lo único que quiere es disfrutar de un festejo taurino. El exceso de alcohol está haciendo que esa nueva corriente de asistente a esta plaza se descontrole de tal manera que ya no le dé pudor hacer determinadas cosas.
Las redes explotaron a la salida de la corrida por cómo se encontraban algunas partes de la plaza. Botella de plástico, bolsas, suciedad, vasos de sidra… algo intolerable y para lo que se tiene que poner coto. A una plaza se va a ver toros no a beber como si se estuviera de botellón. Madrid, y cualquier plaza de toros merecen el respeto de todos, y de un tiempo hacia esta parte la deriva que ha tomado es muy peligrosa. El dar manga ancha a la bebida en los tendidos está provocando situaciones como las vividas tanto el pasado San Isidro como ahora en Otoño. La mala educación y la chulería de algunos está dinamitando la concordia que existe en una plaza de toros
El canal de Instagram de eltoreoeterno lanzaba un mensaje en redes evidenciando todo este problema. En dicha imagen se podía ver como una de las escaleras de la plaza de toros parecía un estercolero, todo lleno de suciedad y de restos de basura. Dicho mensaje tenía como destinatario a Rafael Garrido, miembro de la empresa Plaza 1, el cual debe poner orden este sinsentido que cada tarde con un cartel fuerte vive esta plaza de toros.
Algo hay que hacer para que la primera plaza del mundo deje de parecer aquello que no es. Las obras de la misma llevan sin hacerse desde hace tiempo, la suciedad no se elimina, los desperfectos visuales de la plaza parece que no se tienen en cuenta, y lo que es peor, cada día que pasa van a más. Tanto la Comunidad como Plaza 1 deben ir de la mano en esto, deben abandonar sus cómodos callejones y mirar hacia arriba, ahí donde los desperfectos son más visibles.
Miguel Abellán, interlocutor entre la empresa y los toreros, o entre la empresa y la CAM no puede ponerse de perfil en esto, debe dar ejemplo y ser el primero en remangarse la camisa. La plaza está echa unos zorros, y si a eso le sumamos el ambiente de copas que se vive muchas tardes todo se cae como un castillo de naipes. No vale simplemente darse golpes de pecho diciendo que hay mucha gente joven en los toros si esta luego no se comporta como se tiene que comportar.
El apoyo de la CAM a la fiesta está fuera de toda duda, pero aquí hay que hacer mucho más por cuidar Las Ventas, esa que en muchas de sus entrañas sufre un deterioro lamentable sin que nadie le ponga remedio. Empresa y señores políticos, pónganse a trabajar por el bien de una plaza que no están cuidando. Y si al subir y ver la realidad les ponen la cara roja, asuman sus errores, porque como suele decir el refranero español: «más vale una vez colorao, que ciento amarillo».