La empresa Tauroemoción, gestora de la plaza de toros de Cañaveralejo, en Cali (Colombia), ha informado este viernes 5 de noviembre, a través de un comunicado, que el emblemático hierro de Victorino Martín, con el que estaban anunciados Luis Bolívar y Emilio de Justo en mano a mano en este serial el próximo 30 de diciembre, no podrá enviar su corrida de toros desde tierras extremeñas hasta las colombianas debido a las restricciones sanitarias de lengua azul en la comarca donde se encuentra la ganadería «y tras haber agotado todas las vías posibles».
«Tras analizar todas las opciones y después de hablar con los toreros actuantes, hemos cerrado un acuerdo para que la ganadería de César Rincón, Las Ventas del Espíritu Santo, sustituya a la anunciada», indican desde la empresa.
Asimismo, el ganadero Victorino Martín ha hecho declaraciones al respecto: «Este comunicado es para dar una noticia no grata», comienza explicando el mítico criador de reses bravas. «Desafortunadamente, este año no podemos embarcar nuestros toros para Cali después del triunfo cosechado el año pasado porque se han detectado varios focos de lengua azul en el sur y oeste de España y Portugal, y nuestra ganadería pilla dentro de zona restringida, por lo cual no podemos exportar nuestros toros este año a Cali. La buena noticia es la que sucede desde Colombia; afortunadamente, los toros seguirán en el país y esperemos que al año próximo podamos volver a la plaza de Cañaveralejo«, concluye Victorino Martín.
Recordamos que la lengua azul es una enfermedad vírica que afecta al ganado ovino, caprino y bovino y que produce un deterioro físico en los animales, lo que conlleva unas grandes pérdidas económicas y de producción a los ganaderos derivadas de los gastos de prevención y control ocasionados. Es muy temida, hecho por el cual su prevención es clave en casos como el que le ha tocado a Victorino Martin.
Recordamos que, el pasado año, la feria taurina de Cali (Colombia) traía consigo la sorpresa del debut de la ganadería extremeña en una feria de tal magnitud en la que, además, los toros de la A Coronada iban a cruzar por segunda vez el charco para ser lidiados en un serial americano después de que hace cinco temporadas lo hicieran para la feria venezolana de San Cristóbal.