El pasado 31 de mayo se cumplían 35 años de la alternativa de Carmelo García en Sanlúcar de Barrameda. Paco Ojeda, ante Luis Parra «Jerezano», cedía a Carmelo los trastos para matar al toro «Bribón», de Camacho. Aquel joven Carmelo con poco más de veinte años, no se dio coba y lo vio muy claro, siendo su última actuación en Valdemorillo el 5 de febrero de 1990. Pocos días después y en ese mismo mes de febrero debutaría cono banderillero en Nimes a las órdenes de Jesulín de Ubrique.
Toda una vida dedicada al mundo del toro que prolongó una vez retirado de los ruedos. Primero completando equipo con su compañero Antonio Caba, con el que delante de la cara del toro había formado una fenomenal e insustituible pareja. Tan era su amistad que los primeros pasos como empresarios lo dieron juntos en un camino que tuvo sus cimas y sus simas como es lógico.
Pasados los años Carmelo García sigue picando piedra y estrujándose la cabeza para seguir potenciando las plazas que regenta. Tras conseguir uno de sus objetivos, ser empresario del coso de Las Palomas de Algeciras. El empresario sanluqueño ha visto colmadas sus expectativas, estando en el aire si podrá gestionar a medio o corto plazo otra de los cosos más importantes y emblemáticos de la provincia de Cádiz, la Plaza Real de El Puerto de Santa María.
Años atrás ya había conseguido programar festejos taurinos en su plaza, Sanlúcar de Barrameda. Conforme las hojas del calendario pasaban iba afianzándose como empresario, dándole categoría a esa plaza donde jugaba siendo un niño y en la cual tomó la alternativa hace ya 35 años. Por eso queríamos hacer balance junto a él, saber cómo había ido la temporada en las plazas que regenta, ver qué objetivos y metas se plantea para el año venidero, porque Carmelo es un empresario hecho a sí mismo.
Si como torero tenía los espejos de Ojeda, Marismeño, Parada, Montiel o El Mangui, todos espadas de la tierra, como empresario sabe que la independencia es la mejor bandera para darle al aficionado aquello que demanda. Este 2022 ha sido un año en el que Carmelo ha puesto toda la carne en el asador: «Estoy muy contento por el resultado de esta temporada. Como bien dices se ha puesto toda la carne en el asador para darle al aficionado esa calidad que pedía en los carteles. Piense que he echado una temporada muy buena, las plazas que tengo están controladas y me han funcionado bien».
Sanlúcar es la niña de sus ojos, pero Algeciras es ese amor que llevaba tanto tiempo intentando conquistar, una plaza que tras años de lucha ha podido conseguir. Una temporada positiva en un año muy difícil debido a la subida de la inflación y a la incertidumbre derivada de la Pandemia: «Algeciras era mi primera feria; estoy contento con los resultados, y aunque es lógico que cuando tú llegas a una plaza de primeras cometas errores también es cuestión de corregirlos. Algeciras es muy especial para mí, llevaba detrás de ella bastante tiempo, de ahí que me vaya a partir a cabeza para sacarla adelante».
Una vez conseguido ser empresario de Algeciras el tema está en saber que quiere el aficionado, que pide, y dárselo en la medida de lo posible: «Aquí no vale con sacar una feria, venir a los toros y dejarla cerrada hasta el año siguiente, aquí hay que trabajar, promocionar, saber que quiere la afición, y una vez escuchadas a todas las partes intentar plasmarlo en la cartelería. La Feria se va a componer de una novillada sin caballos y tres corridas de toros, una de ellas de carácter torista. El planteamiento será igual que el año pasado, con la idea de seguir creciendo en abonados».
Un empresario que sabe que lo conseguido hasta ahora ha sido a base de esfuerzo y trabajo, de ahí que tenga muy claro cuáles son los pasos a seguir para continuar escalando posiciones dentro del circuito taurino: «La idea de seguir consolidándome con Sanlúcar también como base. No tengo intención de ampliar muchas más plazas, ya que no nos dedicamos solamente a los espectáculos taurinos, sino a la música: hemos hecho 84 espectáculos por todo el país, por toda España, y cada vez estamos teniendo más trabajo que desgraciadamente no podemos atender».
Un esfuerzo realizado en todos los sentidos, ese que en muchos casos hace también una afición que paga precios abusivos en determinadas localidades, algo que hay que cambiar para que un espectáculo de este tipo sea más o menos asequible para los bolsillos, más si cabe en un momento de tanta incertidumbre: «Reconozco que las entradas no son baratas, pero el costo de producción de los espectáculos es muy alto, ha subido todo. Ya no solamente te hablo del caché de los toreros, sino que todo lo demás se está doblando y así es muy complicado reajustar los precios».
Carmelo también hace balance del año en general, para ser buen empresario primero hay que ser empresario, de ahí que el gaditano tenga una percepción muy personal del año: «Creo que ha sido una temporada en la que ha habido altibajos, ferias que no han funcionado… pero profesionalmente ha sido una campaña bastante buena, toreros que han triunfado fuerte, en la que hay que destacar el año de Morante y Roca Rey y hay que destacar los alicientes bonitos que han tenido los aficionados».