En la tarde de este miércoles ‘El Juli’ acudió al restaurante Puerta Grande de la capital madrileña para asistir como invitado a la última tertulia del año programada por la Asociación El Toro de Madrid. Tras realizar una sobresaliente campaña en tierras europeas, el diestro de Velilla acudía para repasar ésta y hablar de distintos temas que tenían que ver con su carrera como torero. Un acto que se duró algo más de 120 minutos y en el que Julián no dejó ninguna pregunta sin contestar.
Si en algo se ha fundamentado siempre esta asociación es por mantener integras sus convicciones, por pedir un toro acorde a la plaza y exigir a los matadores y novilleros que realicen su toreo bajo los cánones marcados. Una polemica que siempre ha rodeado al mundo del toro y a un sector que no consiente tanto el destoreo y el ventajismo como ellos lo llaman, algo que siempre ha creado cierta controversia y polémica entre los aficionados.
Algo que durante sus casi 25 años de alternativa ha sufrido en sus carnes un torero al que se le ha exigido una enormidad cada tarde que trenzaba el paseíllo en la primera plaza del mundo. Julián ha realizado las grandes faenas de su vida en este ruedo a toros de divisas como Ana María Bohórquez, Fuente Ymbro, Victoriano del Río, Alcurrucén, Garcigrande o La Quinta, alcanzando una regularidad notoria en los últimos años.
Un torero que siempre ha llevado tanto a su plaza como a Madrid por bandera, por todo ello era cuestionado el pasado miércoles en el coloquio celebrado en el restaurante Puerta Grande situado en la capital de España: «Yo soy de Madrid, tengo mi concepto, mi forma de Madrid y mi ilusión es para Madrid. Cada año sueño con torear en esta plaza porque es la que más me ha dado en mi carrera y donde siempre quiero estar».
El espada madrileño quiso continuar explicando lo que significa esta plaza tanto para Julián López Escobar persona, como para El Juli torero, un coso que le carga de responsabilidad, pero sin el que no podría vivir: «Os voy a contar una anécdota: el año del festival estaba mal, no estaba a gusto. Toreé una corrida en Mérida, no estaba preparado. Es el único año de mi vida en el que estaba perdido, ni estaba entrenando. Soy una persona que necesita un objetivo. Y cuando me llamaron para el tema de Madrid colgué el teléfono, me cambió la vida, tenía ganas de vivir, ilusiones. Para mí fue un cambio radical. Para mí Madrid siempre ha sido así. Ser torero de Madrid lo decide la afición de Madrid. Lo digo con toda la humildad del mundo: sí creo y sí me he sentido que cuando yo he conseguido ser yo en Madrid, el público se ha emocionado y se ha enganchado a esa tauromaquia, ha defendido esos valores y esa forma de interpretarla que a mí me gustan. Esa satisfacción la tengo yo a nivel personal. Pero ser torero de Madrid lo decide la afición de Madrid».
Madrid, un vínculo que comenzó con aquellos seis novillos previos a su alternativa en Nimes
Un vínculo que comenzó con su debut de novillero en esta plaza el 13 de septiembre, fecha en la que se encerró en solitario con seis novilleros antes de tomar la alternativa en Nimes. Fecha esta de Madrid en la que triunfaría tras pasear las dos orejas del quinto de la tarde. Confirmaría la alternativa el 17 de mayo del 2000 con una corrida de Samuel Flores. Hasta la fecha han sido un total de 47 paseíllos los realizados en la primera plaza del mundo -incluida la novillada del debut, corridas de toros y el festival del pasado 2 de mayo del 2021-.
Una única Puerta Grande como matador de toros, la conseguida el 23 de mayo de 2007 con los toros de Victoriano del Río, luego la espada y alguna decisión presidencial harían que grandiosas faenas quedaran sin la rúbrica que merecían. Amén de la salida a hombros de 2007, el madrileño tiene en su haber dos más; la conseguida en su presentación y despedida como novillero de Madrid en 1998 y la conseguida el pasado 2 de mayo de 2021 en el festival que abría las puertas de la primera plaza del mundo tras la pandemia.