SEVILLA

Lo lógico dentro de lo ilógico: el cartel del Domingo de Resurrección de Sevilla


viernes 9 diciembre, 2022

Por lógica y por necesidad, el cartel del Domingo de Resurrección en La Maestranza pasa por tres nombres fundamentales de la temporada 2022, aunque en realidad debieran ser cinco los que tendrían que hacer el paseíllo.

Morante Sevilla
Morante, siendo ovacionado la pasada temporada en La Maestranza de Sevilla. © Eduardo Porcuna

El cartel del próximo Domingo de Resurrección de Sevilla camina hacia lo lógico dentro de lo ilógico. Porque todo va enfocado a que Morante de la Puebla -triunfador espiritual y ritual de la temporada 2022 con los 100 paseíllos que honraron a Gallito-, El Juli -rotundo en sus tardes clave en Madrid y Sevilla- y Roca Rey -triunfador numérico por lo apabullante de sus datos triunfales en los casi 70 paseíllos que trenzó en su temporada europea- toreen el próximo 9 de abril de 2023 en La Maestranza con una corrida de Victoriano del Río.

Y es lógico, porque ni en la liturgia maestrante cabe más razón que una terna, ni es más extraordinario que lo ordinariamente taurino que tres diestros y seis toros estén anunciados en una tarde en el Baratillo. Pero ahí faltan dos nombres, Daniel Luque y Tomás Rufo, que fueron Puertas del Príncipe en la temporada 2022 a orillas del Guadalquivir y que necesariamente no podrán estar. Por espacio y por filosofía.

Y una vez parece desechada la idea inicial de que José Antonio lidiase los seis por lo conseguido en 2022 -que no desechó Morante ni su equipo de inicio-, el cartel lógico de Resurrección sentaría las bases de una temporada de muchos quilates en La Maestranza. Con El Juli y Aguado pidiendo La Quinta en la Feria de Abril, con sorpresas ganaderas consecuencia del elenco final de hierros de Valencia -y que tienen que ver con tierras lusas- y con las figuras pugnando aún por San Isidro y esperando esa jugada camina el abono hispalense.

Porque no olvidemos que Madrid le ha adelantado la jugada en todos los sentidos a Ramón Valencia esta temporada: que San Isidro se presente el 1 de febrero este año para promocionar así mejor la venta de abonos en la capital española no ha hecho sino reinventar el invierno taurino y darle una nueva vida a la actualidad taurómaca previa a la Navidad. Y a las negociaciones, a las pugnas entre apoderados y empresas.

Por eso Sevilla -que tradicionalmente cerraba sus hierros antes de Pascua y no comenzaba a negociar con las grandes figuras hasta después de Reyes- ha tenido que adelantarse a los movimientos por el movimiento de fichas que Plaza 1 está realizando para, en Navidad, tener avanzado prácticamente el grueso de los carteles de la Feria de San Isidro. Y si Pagés se quita de encima cuanto antes Resurrección, que es la piedra filosofal sobre la que se basa la temporada en el Arenal, mucho mejor.