El diestro Sebastián Castella pasó la pasada semana por los micrófonos de Espacio Toro, programa dirigido en RNE por el periodista David Casas, para hablar sobre su vuelta a los ruedos el próximo mes de enero en Manizales. El torero francés emprenderá un nuevo camino junto a la Casa Matilla en una temporada bonita al tratarse de su vuelta a los ruedos tras un tiempo alejado de ellos por una decisión personal que le obligó a parar tras más de 20 años en las ferias.
Un 2023 en el que los avances de carteles le colocan una tarde en Valencia y tres en Madrid, amén de otras plazas que contarán con el espada de Béziers en sus carteles. Sin duda una vuelta que vendrá acompañada por la exigencia de una afición que sabe aquello que puede dar el francés, pero que no quiere que se repita un caso como el de Talavante, torero al que le ha costado tomarle el pulso a la temporada.
Por todo ello quiso preguntarle un David Casas que conoce muy bien a Sebastián, un torero con el que ha compartido momentos inolvidables en el ruedo en aquellos festejos en los que Toros de Movistar estuvo presente. Ahora es una nueva etapa para ambos, esa que les ha llevado a un programa de reciente creación, pero con enorme futuro que se puede escuchar cada domingo en la web de RTVE.
«Has hablado de la madurez. Sé que no te gusta hablar, ¿en qué crees que has crecido como torero?», preguntaba David Casas al torero francés: «Estoy con un nudo en la garganta, con la felicidad en el cuerpo. Yo busco un escaloncito más«”«, comentaba Sebastián en relación con aquello que había puesto sobre la mesa el director y presentador del programa.
«Yo he hecho un sacrificio muy grande en los entrenamientos. De todos los animales que he toreado en el campo, en dos ocasiones he estado en distancia corta con ellos. Son tonterías, pero esa es la forma mía de buscar esa evolución en cuanto al toreo, de no buscar la distancia corta. Y por eso digo que va a haber una transmisión. Sé que la gente me van a apretar y me van a exigir«, añadía Sebastián Castella.
La exigencia con uno mismo y con el público, un contacto directo entre ambos, una comunicación fluida entre toro y torero para dar un paso más en un concepto muy personal del toreo: «Es el camino que quiero. Para seguir estando en esta profesión hay que evolucionar y hay que crecer y lo tengo clarísimo. Ahora lo disfruto más. Es un reto, y el camino está hecho de retos«, respondía Castella.