Este jueves, el diestro francés Sebastián Castella estuvo con la asociación ‘El Toro de Madrid’ en el restaurante Puerta Grande de la capital madrileña en un coloquio donde se volvió colocar el ‘no hay localidades’ en una fría tarde de invierno. Fue la primera tertulia del 2023, y para ello quisieron contar con uno de los protagonistas de este comienzo de año.
Se tocaron diversos temas relacionados con su adiós y su vuelta a los ruedos, así como su nuevo apoderamiento y el objetivo marcado para la temporada de 2023. El diestro de Béziers fue sincero y transparente, con una afición que en muchos momentos casi le pone contra las cuerdas con diversas preguntas.
Sebastián Castella salió airoso de éstas, contestando con simpatía y sin morderse la lengua. Una de esas cuestiones -proveniente de un célebre aficionado, Faustino Herranz ‘El Rosco’– tenía que ver con Simón Casas, su apoderado hasta 2020, fecha en la que dejó los ruedos tras realizar su último paseíllo en ese aciago año marcado por la pandemia. El francés contestó sin titubear a una pregunta que le podía comprometer, pero nuevamente salió airoso con una contestación que tuvo una reacción muy particular.
«Simón es otro gran profesional, no lo vamos a negar, si no no habría llegado a ser el empresario de Madrid y lo que ha hecho en el toreo, también guste más o guste menos, pero si es un grandioso empresario», se hace el silencio y a continuación todos ríen, incluido Sebastián.
«No, pero porque sabéis que yo no tengo filtro a veces, pero bueno, lo dejaremos ahí y le digo, le tengo un gran respeto tanto y admiración tanto a Bautista como a él. respeto que le tengo a los dos. Sinceramente han hecho las cosas muy bien, yo lo pienso así, ¿eh?, después todo el mundo es libre de pensar lo que quiera según su criterio ¿no? y es y eso está bien y debe ser así».
Un coloquio que tuvo otros momentos interesantes en los que la afición pudo conocer de primera mano como piensa el torero afincado en el Aljarafe sevillano desde hace varios años, una tierra donde se siente querido y respetado por los aficionados. Pero el vivir tan cerca de Sevilla también le cargó de una presión extra cuando trenzaba el paseíllo en La Maestranza, plaza donde volverá este 2023.