Hay ganaderías que son su presencia ponen los pelos de punta, hierros legendarios del campo bravo que siguen con la ilusión intacta pese a que han salido de las Ferias en detrimento de otros hierros. Palha, Partido de Resina, Prieto de la Cal o Barcial son algunos de esos hierros que todo aficionado conoce, divisas que siguen afinando la puesta a punto de sus animales para aprovechar las oportunidades cuando estas se pongan sobre la mesa.
Son divisas que tienen un tipo de toro muy definido, un animal fuera de los estándares preestablecidos por un sector que los ha ido orillando con el paso del tiempo. Su morfología en muchos casos no es problema para ir a determinadas plazas; sí lo es el tipo de toro que sale por chiqueros, un astado con una embestida más agresiva y menos acoplada a las exigencias que se tienen hoy en día.
Perder este tipo de encastes va en detrimento de la riqueza genética del campo bravo. Como ha repetido tantas veces el conocido ganadero sevillano Carlos Núñez, la estandarización del toro nunca es buena, la apertura de caracteres es muy importante, los diferentes tipos de embestidas son básicos para darle grandeza a un espectáculo muchas veces previsible y monótono.
Bien es cierto que el toro que se exige hoy en día tiene que tener unas características bien definidas. Dentro de esa variedad el toro debe querer coger con entrega aquello que le provoca, porque en el toreo no existen ganaderías toristas o toreristas, de primera, segunda o tercera clase, sino toros que quieren cogerla por abajo y toros que cuando les obligas a ello se defienden, haciendo imposible el toreo ligado.
Los amigos de El Rey Toro -comandado por Ivi Martín- acudieron a la finca ‘La Torre’, situada en el término municipal de San Pedro de Rozados (Salamanca), una de las dos fincas que dan cobijo a los animales de este hierro emblemático del campo charro. En estoss campos charros está la finca ‘La Matilla’, otro de los cuarteles generales de este hierro con divisa blanca y negra. Aquí se crían los animales ‘Vega-Villar’ de la familia Cobaleda, que siguen manteniendo este toro de Barcial.
En las imágenes podemos ver a ‘Lunarito’, un precioso animal berrendo en negro de gran seriedad tanto en su mirada como en su expresión, un animal con una arboladura importante que se mueve por los cercados de una finca muy ganadera. Este número 66 de la divisa charra comparte cercado con otro hermano de camada, este de pelo negro, lucero y calcetero de las patas, otro animal de serio -pero más recogido de pitones, el cual espera destino para esta temporada.