La pasada temporada se producía en una plaza de toros portuguesa uno de los hechos históricos para el campo bravo: por primera vez en la historia, un animal del hierro de Partido de Resina regresaba a la finca sevillana para padrear tras ser indultado.
Se trataba de uno de los toros del mítico hierro de los antiguos «pablorromeros» lidiado por el rejoneador portugués Rui Salvador en la localidad portuguesa de Montemor. Una noticia que no trascendió en el ruedo, ya que los astados en Portugal no se estoquean, pero sí que llegó a los aficionados y a la prensa al finalizar el festejo. Como tradicional en el país vecino, los forçados son los encargados de reducir a los animales y que éstos luego entren por su propio pie a los corrales para ser apuntillados en éstos.
Salvo en Barrancos, una localidad fronteriza con España, en el resto de plazas el toro no muere en la plaza; hasta ahí todo normal, la noticia en este caso estaba en la voluntad del ganadero español de quedarse con ese toro como semental. Una vez concedido por la autoridad se le curaría de sus heridas para volver al campo e intentar transmitir su simiente al lote de vacas que se le había seleccionado para ello.
El hecho cobró mayor notoriedad con el mensaje en redes sociales de Rui Salvador: «Tuve el privilegio de ser el primer rejoneador de alternativa en indultar un toro de Partido de Resina (Pablo Romero). El n.º 2 de 580 kilos, de aspecto y apariencia impecable, el cual ya se encuentra en la finca, en el centro de Doñana, cerca de Sevilla«.
Según pudo conocer este medio a través de Joao Pedro Silva, banderillero de la cuadrilla del rejoneador portugués Rui Salvador, «el animal, dentro de lo grande que era, fue un animal fino de cabos y de expresión noble. En el capote tuvo ritmo, temple y fue siempre hasta el final. Para el rejoneador fue el más claro y noble del festejo. Rui Salvador lo entendió muy bien, le dio sus tiempos y pudo disfrutar de sus arrancadas. Pese a tener virtudes había que hacerle las cosas muy bien, porque de no ser así se desordenaba. Me gustó el fondo de casta que sacó el toro«.
Por tanto, ‘Zapatero’ volvió a la finca donde nació hace aproximadamente cinco años. Los responsables de la ganadería de Partido de Resina le hicieron las curas pertinentes para ayudar a su recuperación, esa que se antojaba necesaria para echarle un pequeño lote de vacas y ver el resultado que dan sus hijos e hijas. El tiempo dirá si se convierte en un semental importante de la casa, para ello tendrán que pasar tres años, no siendo hasta 2026 cuando se le vean los primeros productos.
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