Poner los pies en la finca sevillana Lo Álvaro es hacerlo en un lugar único, una zona donde el toro tiene el privilegio de vivir, ese lugar donde Juan Pedro Domecq Solís fraguó ese sueño ganadero que ahora está en manos de su hijo del mismo nombre. Una ganadería legendaria con un hierro de alcurnia, aquí en la sierra norte sevillana se rinde culto al toro bravo, al animal que forjó una familia y que generación tras generación se sigue puliendo para mantenerlo como una divisa de vitola.
A la muerte de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio en marzo de 1937, la ganadería pasó a sus cuatro hijos, Juan Pedro, Álvaro, Salvador y Pedro, que inicialmente la mantuvieron unida bajo la dirección del primogénito. Posteriores particiones dieron origen a las distintas ramas Domecq, además de otras que, aun siendo de la familia, no procedían directamente del mismo tronco. De todos ellos fue Juan Pedro Domecq y Díez el que fraguó en la finca Jandilla su proyecto personal como ganadero.
Una ganadería que no se escapa —como el resto— de las dificultades vividas tras la pandemia. Un tiempo donde la bajada de festejos condicionó la viabilidad de muchas explotaciones de bravo. Debido a ello y la subida de costes debido a la guerra en Ucrania, muchos han sido los ganaderos que han tenido que apretarse el cinturón y darle la vuelta como un calcetín a la ganadería. Renovarse o morir pero sin perder las señas de identidad de la casa.
Criar un toro y ponerlo para la lidia como hoy en día se exige, cuesta la friolera de unos 4.000 euros, en palabras de varios de los ganaderos entrevistados a continuación, y abonar 24.000 por una corrida es prácticamente inviable para muchos empresarios de cosos de tercera, por lo que la solución —y más con la crisis del precio de los piensos por delante— es realmente alarmante. Pero la situación es mucho más grave si tenemos en cuenta que, este 2023, llegará la incertidumbre por la reducción de camadas que ya se hicieron en la pandemia, una reestructuración que se tuvo que llevar a cabo sí o sí. Así nos lo contaba en una entrevista de Juan Andrés Viedma este martes en Cultoro.
Juan Pedro Domecq: «Los costes han subido, en especial los piensos, con un 30%»
PREGUNTA. “Hace unas semanas le preguntaba a María Domecq sobre el coste que tenía llevar un toro a los 5 años. Ella nos respondía que era en torno a los 6.000 €”.
RESPUESTA- “Así es. Es una verdad como un templo. Los costes han subido, en especial los piensos, con un 30%. Ahora mismo, ser ganadero es extremadamente complicado. Y deberán subir los precios para que se pueda mantener. Tristemente, todavía no es así, pero a medida que oferta y demanda se vaya adecuando será así, porque de no serlo, será inviable”.
PREGUNTA. “En referencia a la oferta y demanda, hay varios ganaderos que ya anuncian que vienen años complicados por la falta de animales en el campo, dado que durante el 20 y 21 no se cubrieron las vacas. ¿Es usted partidario de esa corriente?”.
RESPUESTA- “Sí. Son datos. Al final se han herrado la mitad de machos, por lo que la oferta será de la mitad que con respecto a otros años”.