CAMPO BRAVO

Los ‘celos’ de un semental de Partido de Resina con sus vacas: se ‘transforma’ en agresivo cuando se las quitan


jueves 20 abril, 2023

El comportamiento jerárquico de los sementales no ayuda a realizar determinadas faenas de campo, más si cabe cuando hay vacas de por medio, como así muestra este ejemplar del hierro onubense de Partido de Resina.

Partido Resina
Un toro de Partido de Resina y, a la derecha, el peligroso semental. © José Joaquín Diago

Pisar fincas tan emblemáticas como Partido de Resina, El Toruño o Zaharichete es algo que todo aficionado debe comprobar. Las tres están enclavadas en la provincia de Sevilla, son verdaderos santuarios dedicados a la cría del toro bravo. Son lugares donde no hace mucho las principales figuras del toreo y los veedores de las plazas más importante apostaban sin fisuras para sus tardes más importantes.

En el caso de Partido de Resina, antes Pablo Romero, su actual propietario busca el volver a asentar a esta ganadería en el lugar que siempre le correspondió. Pero el momento que vive actualmente la fiesta le ha llevado a ocupar un sitio diferente al que tenía hace años. En esta casa su vive por y para el toro, más si cabe cuando la marca que les respalda es conocido tanto dentro como fuera del panorama taurino. Decir Pablo Romero es como decir Osborne o Miura, son nombres arraigados en la sociedad.

Allí desde hace unos años está como mayoral Joaquín Morera, un joven que tras la jubilación de Manuel Muñoz tomó el testigo del trabajo diario con el ganado bravo de la casa. Joaquín conoce a cada animal de la ganadería, sabe de sus reacciones, por ello se muestra prudente cuando toca manejar a ciertos animales; eso sí, siempre buscando la manera de que estos no se salgan con la suya, por eso hay que hacer las cosas con tranquilidad y sin molestar en demasía a estos animales.

Hasta esta finca se fueron los miembros del programa Toros para Todos para filmar varios reportajes en esta emblemática casa ganadera, uno de ellos tenía que ver con este semental, un toro que está dando muy buenos resultados a su ganadero y que tiene ilusionados a todos los trabajadores de la finca. Pero todo lo bueno que fue en la plaza lo tiene de arisco en el campo; es un toro que siempre da problemas a la hora de su manejo, de ahí que Joaquín no le quite la vista de encima.

Una vez que han salido todas las vacas camino de los corrales, el toro se vuelve; no quiere irse del lugar donde lleva varios meses. Para más inri hay junto a él otro cercado donde se encuentra otro lote de vacas con varias hembras en celo. El semental, por tanto, una vez que ha perdido de vista a su lote, se siente cómodo junto a la alambrada, no quiere pasar de ahí. Poco a poco se le va engañando para que tome la puerta y acceda a la mangá.

El toro también anda algo desorientado, ha perdido a su lote de vacas y encima se encuentra con el reclamo de las que andan en el cercado colindante. Por suerte el animal finalmente toma la puerta y se une a su lote. Pero el problema no acaba aquí, cuando todos se encaminan hacia los corrales el animal decide darse la vuelta, son momentos de tensión, el toro anda enfadado, se arranca a todo y a todos. Por suerte toma a la parada de bueyes y el problema queda solventado.