El empresario Ignacio Ríos ha programado, sin duda, un cartel para citar a las musas el próximo 16 de agosto en la localidad riojana de Alfaro: Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Juan Ortega harán el paseíllo en un festejo que llevará el hierro de Guadalmena.
Morante de la Puebla estará presente en la cita después de programar para el próximo viernes su reaparición en la Feria de la Albahaca de Huesca.
Diego Urdiales, por su parte, regresará entre los suyos tras la gran obra de Azpeitia. En el coso vasco, toreó aquella tarde al cuarto de Ana Romero con primor y compás. Henchido de torería, su enjuto rostro se fue transfigurando según avanzaba la faena en una sonrisa que brotaba de lo más íntimo. Hubo series de naturales de temple prodigioso, largo el trazo, asentado sobre riñones y talones. Corría la mano Diego, ajustado el embroque, y el buen toro de Ana Romero se iba tras la muleta poderosa y sutil a la vez del torero arnedano en una faena que fue un crescendo de torería. Hundió el estoque en lo alto Urdiales, rodó el toro y todos, pañuelos al viento, premiaron la obra.
Juan Ortega es sin duda uno de los toreros con mayor gusto del escalafón de matadores de toros, un espada que bebe las fuentes del toreo sevillano, pero que no oculta su admiración por otro tipo de toreros que nacieron más allá de la capital hispalense. Afincado en Córdoba para cursar los estudios universitarios, Juan Ortega se empapó sé su cultura y de esos toreros que le hicieron grande. Un espada que fue poco a poco encontrando su sitio, primero como novillero y luego como matador de toros.