La tragedia rodeó de nuevo al mundo del toro el pasado fin de semana con la muerte de un hombre de 61 años en la localidad valenciana de Pobla de Farnals después de que un toro de Luis Algarra lo hiriese de máxima gravedad en la celebración de un “bous al carrer” en el citado municipio levantino. La oleada de ataques antitaurinos no se hizo esperar, algo que ha enervado a un mundo de la tauromaquia respetado y admirado especialmente en esta tierra que tanta afición tiene por el toro en la calle.
Una de las voces más autorizadas para hablar sobre esta tradición, el fotógrafo José Joaquín Diago -colaborador de esta casa- ha alzado la voz en redes sociales sobre lo ocurrido, dejando en su cuenta de Instagram un texto de denuncia: “Ayer tocó vivir la parte más dura y trágica de la fiesta de los toros. En La Pobla de Farnals (Valencia) la «Comissió de Bous» exhibía dos torazos de la ganadería de Algarra, preciosos y muy serios, con una presentación de lujo”, narra Diago.
“Empezó muy bien la tarde con un toro negro que resultó encastado, con movilidad y desarrollando sentido, que remataba en los barrotes con clase y mucha fuerza, llegando a doblar alguno. Un toro con «picante» y «mala leche» que mantuvo un alto interés durante su exhibición. A continuación, salía el toro de pelo burraco de nombre «Cocinero», n° 70, que realizó una salida fuerte e impetuosa y a los pocos segundos llegó la tragedia embistiendo a dos aficionados a la vez que se habían quedado fuera de los barrotes”, sigue detallando el fotógrafo.
«Las fotos que tengo son terribles y obviamente no las voy a publicar»
La cogida “fue terrorífica, viviéndose momentos de pánico y angustia de esos que te hielan la sangre y que te dan una bofetada de realidad cuando eres aficionado a los toros y piensas que nunca pasa nada… hasta que pasa”, prosigue. “Las fotos que tengo son terribles y obviamente no las voy a publicar. Los dos resultaron heridos, uno de ellos de extrema gravedad por una horrible cornada en el costado de la que fallecería unas horas después en el hospital. Como aficionado a los toros quiero dar las gracias a todas las personas que rápidamente socorrieron, atendieron y trasladaron a los heridos hasta la ambulancia, se hizo todo lo que se pudo, sin ninguna duda, pero el destino, las decisiones de Dios o la mala suerte no está en nuestras manos”, añade Diago.
Y concluye: “Mis más sinceras condolencias a los familiares y amigos de la víctima, pronta y buena recuperación al otro herido y mucho ánimo en estos duros momentos a la «Comissió de Bous». Hay tardes en que, por desgracia, me ha tocado ver y vivir lo mismo de ayer, la tragedia y el terror en esta fiesta que es la más bonita del mundo pero ayer la moneda que se tira al aire todos los días de toros salió cruz. Los toros embisten para coger, cogen para herir y hieren para matar, y a veces lo consiguen…”, finaliza.