De nuevo volvemos a la rancia e insalubre situación de costumbre con respecto a los derechos de imagen, una vez realizada la prospección correspondiente y confirmadas las sospechas sobre lo que la empresa Plaza 1 ha abonado en concepto de Derechos de Imagen a los matadores de toros que han intervenido en los Desafíos Ganaderos, emitidos íntegramente en directo por la plataforma OneToro. En efecto: ninguno de los matadores consultados ha percibido un sólo euro en concepto Derechos de Imagen, pese a que todos confirman que el trato de la empresa para con ellos ha sido exquisito.
Sin embargo, podemos asegurarles que todas las cuadrillas que los auxiliaban -al menos aquellos con el carné de UNPBE, la Unión de Picadores y Banderilleros- han percibido hasta el último céntimo de lo que ellos consideran justo. También es cierto que hay una gran diferencia entre la actuación de las cuadrillas y la de los matadores: el sindicato de los de plata funciona para el bien de sus afiliados y del propio sindicato y el de los toreros, la UT -Unión de Toreros- funciona para… lo mismo. Para defender la dignidad y el respeto a los que se visten de luces. Se les olvida añadir: siempre que no sean matadores de toros en situación de no poder decir que no a la llamada de Madrid. Ni de Madrid, ni de ningún sitio.
Por eso hoy vamos a defender la labor de UNPBE como sindicato, porque desempeña -eso es verdad- la labor que debe desempeñar una entidad de este tipo -compartamos o no sus postulados-. Pero esto hace que nos preguntemos ¿para qué sirve la Unión de Toreros que preside El Fundi? Porque a éste lo vimos defendiendo la manifa de banderilleros y picadores de Villaseca, en aquel episodio espúreo de los profesionales del toreo en el que dejaron a dos chavales sin torear, pero creo que por las oficinas de Plaza 1 el pasado domingo sólo se acercó para cobrar el toro de su suegro.
Y esto no es culpa de OneToro, que bastante hace ofreciendo festejos que pagó a precio de oro en ese contrato descerebrado que ahora hacen maravillas por salvar. Ahí ya estaban incluidos esos derechos. Tampoco, fíjense bien, tampoco es culpa de la empresa, que ofrece los mínimos al que puede y quiere, porque torear en Madrid hoy es necesario. La culpa es de un sindicato, la Unión de Toreros, que sólo sale a la palestra cuando hay que defender a los banderilleros. O cuando hay que hacer algún apaño para que la Mesa del Convenio firme un visado y deje tirado al matador de turno cuando no se cumple lo que le ha obligado a pactar.
Pero esa la dejamos para otro día. Hoy la pregunta es ¿dónde está la UT cuando están sucediendo estas cosas?