El dinero que le ha quedado limpio a Juan de Castilla por dejarse matar por un toro de Sobral en Las Ventas

Ya hemos traído a este medio varios informes que indican cuál es el salario que perciben los toreros por torear en una u otra plaza. Eso es prácticamente imposible afinarlo con los toreros del grupo A o incluso del B, porque en su contrato, donde pone ‘emolumentos’, suele reflejarse ‘a convenir’, de modo que ni ellos saben lo que van a cobrar por delante -salvo que seas una figura consagrada y no te tosa ni don Ramón-.

Pero como ese caso lo gozan tres o como mucho cuatro toreros del extenso escalafón con que contamos, queríamos elegir a un torero modesto, del grupo C -los que menos cobran-, en una plaza de primera categoría como Madrid -donde más se paga-. Elegimos esos ejemplos porque son paradigmáticos: un torero que va contratado por los mínimos que marca el Convenio Nacional Colectivo Estatutario en la plaza donde esos mínimos son más elevados. Juan de Castilla el pasado 17 de septiembre, cuando se entregó a matar o morir con un encastadísimo y enrazado toro de Sobral con el que otros hubieran tirado por la calle de en medio.

De todas formas, no tiene importancia el resultado: sólo el miedo que pasó por la entrega que decidió comprometer en la lid. Y no la tiene porque los dineros que se iba a llevar para casa son los mismos. Pero en la plaza, cuando el apoderado fue a liquidar, se le abonaron religiosamente los 15.304 euros que indica el recientemente revisado Convenio. Pero él esa cantidad ni la vio, porque las cuentas son sencillas de explicar.

Comenzamos con la comisión del apoderado, que suele rondar el 15 por ciento de la cantidad percibida, lo que deja la cifra, para empezar a hablar, en 13.008,4 euros. Y ahora comencemos a aplicar las tablas que figuran en el mismo cuadro del BOE y que se refieren a los gastos:

Si restamos los 7.538 que corresponden a los sueldos de los miembros de la cuadrilla la cifra queda en 5.4070,4 euros. Si le quitamos, además, unos gastos generales muy tomados por debajo, en el que se incluyen también los gastos de la cuadrilla y el apoderado, le restaríamos, según Convenio que paga muy barato pero cobra bastante caro, 3.8063 euros, lo que nos deja la cifra en 1.607,4 euros, muy por debajo de los 3.903 euros que indica la tabla del Convenio -que adjuntamos por si les apetece hacer el ejercio de saber cuánto cobra un torero antes de llamarle pesetero-.

Pero todavía podría haber alguien a quien no le parezca bastante escaso el dinero que un torero en estas circunstancias se lleva a casa; eso es porque no ha contado los gastos de combustible, comidas y hoteles para ir a tentar, o comprar algún toro para matar a puerta cerrada porque vas a torear en la primera plaza del mundo. No lo han pensado, claro, porque si lo hubieran hecho se darían cuenta de que, al final, a Juan de Castilla, cobrando sus mínimos, le costó dinero torear en Madrid. Y a las pocas horas -a las 3:00 A.M. de la madrugada, en concreto-, se levantó como todo hijo de vecino para trabajar en la empresa de reparto de paquetes en la que está contratado.

Por eso volvemos a preguntar para qué sirve la Unión de Toreros –abajofirmante en el Convenio que referimos en la persona de Íñigo Fraile-, porque es a estos a los que hay que proteger y con los que hay que perseguir la dignidad. Los banderilleros ya tienen quién lo haga y las figuras del toreo están muy, muy, muy, pero que muy lejos de esos números. De modo que, en beneficio del grupo mayoritario de toreros que puebla sus filas, ¿qué esperan para exigir una nueva negociación del Convenio escuchando a sus afiliados…?