Poco a poco la temporada taurina europea va enfilando su recta final con la celebración de la Feria de Otoño en Madrid, Feria de la Comunidad Valenciana, El Pilar de Zaragoza y San Lucas en Jaén. Cuatro plazas a las que habría que sumar otras como Sevilla, Istres o Arenas de San Pedro, estas dos últimas con la presencia de Marco Pérez. Una serie de cosos a los que habría que añadir también Parla, Montoro, Hellín, Palos de la Frontera, Fuengirola o Calanda.
De todas esos cosos hay dos nombres que llaman poderosamente la atención, dos toreros que se echaron a sus espaldas el petate de la fiesta para estar anunciados en Valencia, Madrid, Zaragoza y Sevilla. Hablamos de José Antonio Morante de la Puebla y Alejandro Talavante. El primero de ellos ya causó baja el 1 de octubre en Sevilla, cortando el resto de su campaña europea, mientras que el segundo dio el paso para estar anunciado aquellas tardes donde el sevillano estaba acartelado.
Una de esas tardes será en Zaragoza con la corrida de Juan Pedro Domecq, ganadería que debían lidiar Morante, Talavante y Ginés Marín, la cual, tras la baja del de La Puebla del Río, quedará en mano a mano entre los dos extremeños. Un cartel en el que entrará como sobresaliente el salmantino Álvaro de la Calle, espada que tras su gran actuación en Madrid el día de la encerrona de Emilio de Justo ha dado un salto importante en su carrera.
Álvaro de la Calle, con un 2023 con Francia como pilar
Álvaro de la Calle ha visto como un ramillete de plazas francesas le daban la oportunidad de entrar en carteles como torero titular, algo que muy pocas veces se le había puesto sobre la mesa. En España ese no ha sido el caso, salvo en algún festival, ha estado únicamente anunciado como sobresaliente en manos a mano o corridas de seis toros. Esta será una tarde importante para el salmantino al poder trenzar el paseíllo en una plaza tan importante como Zaragoza.
El salmantino está realizando una digna temporada matando corridas de Hubert Yonnet, Dolores Aguirre o José Escolar, tres divisas de máxima exigencia. Espada que se ganó su sitio en la fiesta tras matar con gran dignidad cinco astados el Domingo de Ramos de 2022 tras el percance de Emilio de Justo en Madrid. A partir de ahí, plazas como Arlés, Saint-Martin-De-Crau o Céret vieron en él un espada más que interesante para acartelarlo en este tipo de corridas.