Con la temporada 2023 enfilando su recta final toca mirar a un 2024 donde la competencia entre ganaderos por encontrar su sitio en las ferias va a ser importante. Un año donde las figuras del toreo ya tiene más o menos marcadas en rojo las divisas por las que apostarán en el primer año sin El Juli en los carteles, una de las máximas figuras del torero contemporáneo.
Precisamente una de sus ganaderías predilectas es la protagonista de nuestra sección de campo. Se trata del hierro de Garcigrande, ahora en manos de Justo Hernández tras el fallecimiento de su padre el pasado 2 de febrero de 2018 por una dura neumonía. No sería hasta finales de 2020 cuando ambas ganaderías tomarían caminos separados al dividirse la totalidad de la vacada en dos partes iguales, cayendo en ambas manos animales con los dos hierros.
Tras ese proceso de división, hubo corridas donde se lidiaron animales de ambos hierros, algo que no pasará en un 2024 en el que oda la camada de cuatreños llevará su hierro correspondiente. Por todo ello quisimos hablar con Justo Hernández, alma mater de un proyecto que maceró durante años en la finca familiar.
En dicho reparto, la finca de Garcigrande, finca principal actualmente de la ganadería, pasó a manos de Justo Hernández, que llevaría el hierro de Garcigrande, quedándose en manos de su hermana Conchi el hierro de Domingo Hernández y Traguntía, una de las fincas estrella de la familia. Una división que pasados cuatro años se hará aún más visible al lidiar cada uno los animales con el hierro que le cupo en suerte.
Un 2023 donde Justo Hernánez ha pisado plazas de enorme responsabilidad, un año importante para la divisa salmantina: “Ha sido una temporada donde ha habido de todo. Estoy contento y satisfecho por lo visto en el ruedo. De los 76 toros que hemos lidiado, quizás el que más me ha llenado ha sido el toro de Emilio de Justo de Madrid, un toro con unas grandes virtudes, esas que son esenciales para ver un gran espectáculo. Me hizo mucha ilusión la vuelta al ruedo, al toro, es el premio a muchos años de trabajo”.
«Mi toro es muy particular y muchas veces es difícil y cuesta cogerle el aire, pero cuando se entrega deja expresar eso que llevan los toreros dentro»
Un número importante de corridas de toros en una temporada donde han embestido un número importante de animales: “Han sido unas 12 corridas de toros de las cuales me gustó mucho la lidiada en Bayona. Esperamos ir mejorando poco a poco, esto es muy largo, y no siempre las cosas funcionan como uno quiere. Pero a líneas generales ha sido un año donde he visto muchos toros embestir”.
La ganadería brava vive una constante evolución, el ir de la mano de las exigencias del público y los toreros es algo que en esta casa llevan a rajatabla: “Esto tiene una evolución, ser capaces que esas figuras pidan nuestros toros es algo que no está pagado, creo que como te dije antes con el toro de Emilio, es un premio al trabajo y la constancia. Nosotros tenemos una idea de toro especial. Mi toro es muy particular y muchas veces es difícil y cuesta cogerle el aire, pero cuando se entrega deja expresar eso que llevan los toreros dentro”.
En los cercados de Garcigrande pastan un número importante de toros, esos que irán encontrando destino conforme se vayan cerrando las ferias: “La próxima temporada tenemos unas diez corridas de toros. 97 toros, que luego serán 80, todos llevarán el hierro de Garicgrande, aunque faltará algún cinqueño que aún será con el de Domingo, pero prácticamente la totalidad de la camada se lidiará con el hierro de la G”.
El 2024 será el primer año sin El Juli en los ruedos, un torero que siempre apostó por los toros de la casa: “Antes de El Juli hubo muchas figuras como Jesulín, Litri, Ponce, Joselito, José Tomás… que eligieron nuestras corridas, luego han venido los Juli, Roca Rey, Manzanares, Talavante, Luque, de Justo… Todos tienen mucha importancia en Garcigrande y sería injusto quitarle méritos. El Juli, que es muchísimo, fue el torero que apostó por nosotros en sus corridas de mayor importancia en las Ferias. Seriamos injustos si no le estuviésemos agradecidos”.
«Está claro que el mosquito es algo difícil, es una enfermedad nueva que no sabemos manejar»
Una de las notas negativas del año ha sido la presencia del mosquito venido de África, algo que afectó de forma directa al campo bravo salmantino: “Está claro que el mosquito es algo difícil, es una enfermedad nueva que no sabemos manejar. Para Francia ha tenido que ir toros que no tenían mosquito y nosotros por ejemplo no hemos podido lidiar a final de temporada en Nimes y en Istres por su culpa. Esperemos ue para el año que viene esté más controlado”.