Enrique Ponce es de esos toreros que ha sabido diversificar sus explotaciones para que éstas sean rentables. A la ganadería brava que cría en las cercanías de la localidad jiennense de Navas de San Juan desde hace tres lustros, se unieron con el paso del tiempo la aceituna y varios negocios relacionados con inmuebles. El diestro de Chiva, con el paso de los años, consiguió asentar varios negocios que dieran esa rentabilidad deseada al medio plazo/largo plazo.
“Cetrina” es un terreno de algo más de 900 hectáreas donde se combinan la explotación agrícola y ganadera. En ella se construyó una casa de estilo andaluz dentro de una finca que es propiedad en parte de Ponce y en parte de Cetrina SL, a través de la que se gestiona también la producción de un aceite de oliva virgen extra de merecida fama como se detalla en un artículo publicado por la revista Vanitis en abril de 2022.
El olivar de Enrique Ponce se extiende en las fincas de Cetrina y Avenzas, las dos muy cercanas, en el término municipal de Navas de San Juan. En las 400 hectáreas destinadas a este cultivo intensivo crecen 53.000 árboles. Aceite de cosecha temprana, fruto de aceitunas picual recogidas a finales del mes de octubre. Pero este no es el único negocio que posee el espada valenciano fuera de los ruedos, teniendo otros relacionados con la gestión de alquileres.
Dicha gestión se lleva a cabo a través de diversas sociedades. CPM Building, por ejemplo, cuyo accionista mayoritario es Cetrina SL, que está dedicada a la compra, venta y explotación de bienes inmuebles. Cuenta con un activo de más de cuatro millones de euros. A su vez, CPM Building es matriz de otra sociedad, Sucesores de Benito Zoido, dedicada a la producción agrícola, pero también a la explotación de inmuebles tanto rústicos como urbanos, teniendo esta su sede en Jaén.
Enrique Ponce ha sabido invertir el dinero obtenido de sus temporadas en activo en temas relacionados con el campo, los cuales todavía disfruta al estar gran parte del tiempo en «Cetrina». Allí se sigue manteniendo su ganadería de encaste Domecq así como un buen número de yeguas, potros y caballos destinados tanto al trabajo diario en la vacada como para distintos tipos de doma. Una vida dedicada plenamente al toro y su familia, esa que pasado los años sigue disfrutando como el primer día gracias a todo lo cosechado años atrás.