Entre encinares centenarios y espacios naturales sin igual, Extremadura guarda los misterios de la cría y lidia del toro bravo. Una Comunidad Autónoma donde pasta un número muy amplio de divisas de bravo, un entorno único e incomparable donde la dehesa da cobijo a unos animales que desde hace varios lustros son santo y seña de esta zona limítrofe con el país vecino, Portugal. Encinas, alcornoques, acebuches dibujan un paisaje icónico para todos aquellos que amen el campo.
En la finca “El Cerrillo”, situada en el término municipal de Peraleda De La Mata, (Cáceres) se encuentra la vacada de Emilio Artalejo Sacristan, un hierro de procedencia Domecq vía Torrestrella y El Ventoriilo, dos de las ramas más afamadas de una sangre que corre por las venas de un gran porcentaje de las vacadas que pastan en nuestra piel de toro. Por todo ello quisimos hablar con Vitorio Artalejo López, representante de un hierro que poco a poco va subiendo escalones.
Tres corridas, una novillada con caballos y tres sin picar para 2024, además de toros para las calles
“Tenemos para lidiar este año tres corridas de toros, una novillada con caballos y otras tres sin picar” nos comentaba Vitorio nada más comenzar la entrevista. “De toda la camada disponible hay unos 40 toros y utreros para lidiar este año aproximadamente” recalcaba el ganadero cacereño. Un hierro que poco a poco va encontrando su sitio en un circuito donde es difícil meter la cabeza, algo que no preocupa a un criador de bravo que sabe aquello que tiene entre manos.
“Empezamos con Torrestrella, con vacas y sementales, y luego compramos unas vacas de El Ventorrillo. Lo de El Ventorrillo lo adquirimos hace 15 años aproximadamente a El Niño de Aranjuez, que le había comprado vacas a Medina. Con el paso de los años se ha conseguido homogeneizar ambas sangres y conseguir un tipo de animal muy definido”.
100 vacas de vientre en casa de Emilio Artalejo
Una ganadería que está compuesta actualmente por 100 vacas de vientre, un número ideal para el proyecto que tienen entre manos. “No queremos recortar ni ampliar. Para nosotros, ese número de vacas está bien, las podemos manejar bien para irnos introduciendo en otros mercados. Estos años hemos echado toros a las calles, algo que tenemos que hacer todos los ganaderos, porque es donde tenemos un ingreso un poco mayor para compensar lo que no compensamos en las plazas, que nos aprietan demasiado”, añade el ganadero.
Un proceso de selección que les ha llevado a encontrar una regularidad muy esperanzadora de cara al futuro. “En la selección vamos poco a poco intentando hacer las cosas bien. Aquí las prisas son malas consejeras, por eso nos lo tomamos todo con calma”. Una vacada que ya el año pasado cosechó importantes resultados. “En 2023 lidiamos una corrida en Los Santos de la Humosa que salió muy buena, un festival que salió también extraordinario y otra novillada con caballos”.
Ahora se mira con optimismo una temporada donde esperan poder dar ese salto que tantos años llevan buscando: “Estamos intentando a ver si somos capaces a ver si metemos una corrida de toros o novillada en plaza importante. Queremos intentar llevar algo a alguna plaza importante” nos comentaba para finalizar la entrevista.