Alejandro Talavante, Roca Rey y Pablo Aguado hacían el paseíllo, este viernes, en la segunda de abono de la Feria del Caballo de Jerez de la Frontera. Se lidiaba un encierro de Jandilla y Vegahermosa.
El pulso y la naturalidad de Talavante valen las dos orejas del buen abreplaza
Embistió con nobleza el primero de la tarde al capote de un Talavante que no soltó brazos, recogiendo al animal más por delantales que a la verónica. Muy templado se le vio al extremeño ante un animal que no anduvo sobrado de fortaleza. Empujó el de Jandilla en una vara donde Javier Ambel anduvo lúcido y rápido de piernas para evitar el percance del varilarguero cuando este estaba a punto de caer sobre el lomo del animal. Ajustado fue el quite capote a la espalda de un Talavante más suelto que en tardes pasadas. Con los pies atornillados en el albero comenzó su obra un Alejandro que buscó la conexión rápida con los tendidos en un inicio por estatuarios y cambios por la espalda. Molestó el aire en una labor a media altura, esa donde no acabó de apretar por abajo a un animal medido en su empuje. Le corrió la mano con suavidad al natural ante un Jandilla que la tomó con clase y ritmo. Pulseó las embestidas, se gustó en los remates y los de pecho en un trasteo marcado por la improvisación. Acusó el animal la voltereta perdiendo las manos, algo que le restó ligazón a su obra. Con el toro ya a menos aprovechó Talavante para meterse en sus terrenos en un final de faena que llegó una enormidad a los tendidos. Tras dejar una estocada algo desprendida paseó las dos orejas de un astado ovacionado en el arrastre.
Un pinchazo deja en oreja una firme faena de Roca Rey al emotivo segundo
Con la cara altita y sin humillar embistió al capote de Roca Rey el segundo de la tarde, un toro que no se empleó en los primeros tercios, evidenciando que no iba a estar sobrado de raza. Como un poste se quedó Roca en un quite por gaoneras donde manejó el capote con templanza pese al comportamiento de un Jandilla nunca quiso tomarla con ritmo. Apretó en banderillas hacia la querencia un toro poco picado, algo que no resultó un problema para un espada que no se movió de la raya del tercio en su comienzo de obra. Acertó en empapar de muleta al animal y no dejarle pensar. El toro se movió con transmisión y humillación a la imantada muleta del peruano, esa que no fue arrastrada por el albero pero sí a una altura donde el astado se sentía cómodo embistiendo. Al natural tuvo mejor inicio que final del muletazo, buscando Andrés desenmuñecar y quedarse colocado para el siguiente muletazo, aprovechando así las virtudes de un toro que sacó fondo de casta pese a mansear en los primeros tercios. Poderoso anduvo el de Lima en una labor de interés por la condición del animal, esa donde faltó un punto mayor de ajuste a un trasteo que nunca perdió la intensidad. Pinchó en hueso al primer intento para dejar posteriormente una estocada en buen sitio que tiró al animal sin puntilla cortando una oreja tras sonar un aviso.
Aguado porfía contra el viento y las desigualdades del geniudo tercero
Desigual fue el recibo capotero de Aguado al tercero, un astado que embistió con geniecito, dejando este al sevillano dibujar un par de verónicas de fino trazo toreando con las palmas de las manos y jugando con las alturas. Empujó el animal en un tercio de varas donde saldría ovacionado Mario Benítez, picador que volvió a rayar a gran altura. Muy torero fue el inicio por bajo del sevillano al Jandilla, un animal que se movió con temperamento y al que le costó entregarse. Buscó imprimirle suavidad a una embestida cambiante, siempre intentando pulsear al toro con cadencia, pero este embestía muchas veces por dentro, algo que obligó a abrir hacia fuera el citado muletazo. El toro y la faena pedían los medios, pero el molesto viendo impedía salirse más allá del tercio. Por ambas manos buscó meter en el canasto a un ejemplar con mejor inicio que final del muletazo, pero su labor no rompió. Hubo momentos muy toreros, pero estos fueron aislados dentro de un trasteo desigual, ese donde el sevillano tuvo que andar fresco de mente ante un ejemplar más de público que de torero al costarle un mundo salirse del muletazo. Tras pasaportar al Jandilla de un pinchazo y una estocada arriba sería silenciado.
Talavante pierde premio tras una faena de más a menos ante otro animal con virtudes
No tuvo eco en los tendidos el recibo de capa de Talavante al cuarto, un animal que se movió sin demasiada entrega y empleándose poco en la cabalgadura. Pese al temple y las buenas maneras de Talavante este cuarto condicionó su labor al estar medido de fuerzas. Buscó el toreo a media altura, la suavidad ante el sometimiento, dejando muletazos cadenciosos por ambas manos. A zurdas toreó con las yemas a un ejemplar de buena condición, ese que siempre quiso más que pudo en la pañosa de un torero que se sintió cómodo en la media distancia dentro de un trasteo que acabaría en los terrenos del animal. La intensidad y el toreo visto en la primera parte de su labor dieron paso una segunda donde está bajó enteros debido a un toreo de medios muletazos y circulares. Tras pasaportar al astado de pinchazo y estocada salió ovacionado.
Roca Rey exprime a un quinto que lo volteó y acabó desorejándolo
Le costó humillar al quinto, un astado con el que Roca Rey apretó el acelerador ya desde el capote. Verónicas, tafalleras y chicuelinas previo a un gran tercio de banderillas protagonizado por Antonio Manuel Punta. Por estatutarios comenzó una labor de gran conexión con los tendidos, esa que basó a derechas durante gran parte del trasteo. Roca acertó en dejársela en la cara y tirar de un animal que marcó su condición de manso pese a humillar e irse profundo en las telas. A zurdas también la tomó con transmisión y profundidad pese a salirse de más de la pañosa, algo que aprovechó el limeño para dejar una serie de gran calado en los tendidos. ¡Que no pare! Le decían desde el callejón, y ahí fue cuando sobresalieron los muletazos más profundos de su tarde. Crujió al toro por debajo de la pala del pitón dejando posteriormente un cambio de mano al ralentí. Tanto abusó del toro que este se lo echó a los lomos sin mayores consecuencias. Finalizó su labor en los terrenos del toro antes de estar rápido y hábil para meter la mano a un Jandilla que ya había arrojado la toalla. El público enfervorecido pidió en pie un doble trofeo que acabaría siendo otorgando el usía.
Aguado deja muletazos de pura caricia a un sexto al que le pasea una oreja
Cogido con pinzas estuvo un quinto al que le costó empujar hacia adelante, un astado medido en su fortaleza al que prácticamente no se le castigó en varas. Toreó con todo el cuerpo Aguado al sexto en un inicio lleno de torería y expresión rematado con un pase de pecho barriendo el lomo del animal. Le prosiguió una interesante tanda de derechazos a media altura, esos donde le puso expresión y empaque a los mismos. A zurdas aguantó miraditas y embestidas por dentro de un astado al que le costó un mundo ir hacia adelante por ese pitón. A base de pulsearlo y tratarlo con suavidad el animal se deslizó con calidad llegando incluso a gatear tras la pañosa, pero fue un espejismo. Pese a ello el sevillano conseguiría robarle una serie más antes de irse a por la espada, esa donde la gracia y la naturalidad de Aguado llegaron rápidamente a los tendidos. Tras dejar un pinchazo previo a una estocada casi entera cortaría la última oreja de la tarde.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Jerez de la Frontera (Cádiz). Segunda de la Feria del Caballo. Corrida de toros. Lleno.
Toros de Jandilla y Vegahermosa. Con ritmo y templanza a zurdas el noble y manejable primero; con transmisión y humillación a derechas el mansito pero emotivo segundo; de embestida brusca y cambiante un tercero al que le costó entregarse; con temple y buena condición el manejable, pero justo de fuerzas cuarto; con transmisión, codicia y humillación el manso quinto; con nobleza pero falto de empuje el sexto.
Alejandro Talavante, dos orejas y ovación.
Roca Rey, oreja tras aviso y dos orejas.
Pablo Aguado, silencio y oreja.
INCIDENCIAS: Saludaron Javier Ambel y Antonio Manuel Punta tras parear al cuarto y quinto toro.
FOTO: PLAZA TOROS JEREZ