LA CRÓNICA DE SAN ISIDRO

Para no darle más vueltas


viernes 10 mayo, 2024

Urdiales da una vuelta al ruedo pensando que no le han entendido y el tendido piensa a esta hora que se la dio por su cuenta; no hubo más

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Diego Urdiales, en el callejón de Las Ventas © Luis Sánchez Olmedo

El primer día de escuela en el San Isidro de 2024 fue como otro cualquiera en cualquier otro centro, pero en Las Ventas, donde sabe a exigencia cada suspiro que se exhala, levitaron en el aire ciertas incógnitas que pueden estar enraizando en la nueva afición que acude a la plaza. Que sí, que es muy en ecesaria, pero también es imprescindible una clase rápida de liturgia y profundidad para los nuevos ‘sabios’guardianes’, aspectos, ambos, que sólo Diego Urdiales cuidó en el descorche del ciclo.

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Ese mismo Diego Urdiales que a esta hora se estará preguntando si se han enterado bien de las dos series de naturales al tercero, toro serio, entipado y con cuajo, al que le construyó Diego desde cero para que mantuviera su validez e interpretó el del cemento que había venido el animal de Toledo con las orejas colgando. Es para no darle más vueltas, porque si no, se vuelve uno loco. Sabe Diego lo que expuso, lo que propuso con el vuelo -no quería toques el de Alcurrucén-, lo que logró precisando la altura para que no se cayese, por un lado, ni protestase, por el otro. Limó, limpió y pulió la arrancada, la mantuvo después, sustentando en la inercia el inicio, y terminó dibujando con la zurda vertical, hierático, desmayado y puro. Muy puro siempre. La cara del de Arnedo era de estar orgulloso de lo logrado en la cara, una vez muerto el funo de una estocada de libro. Por eso se encaminó sin una duda por el anillo para saludar la vuelta al ruedo -petición había habido-, mientras le quedaba la sensación al aficionado nuevo de que la estaba dando por su cuenta. Y nada más lejos de la realidad, pero eso no lo enseñan los tópicos.

Tampoco enseñan a torear a matadores nuevos que llegan con buena intención y formas pulcras a dejar muletazos razonablemente correctos al mejor toro del envío -demasiado hueco- de los Lozano. Le dará vueltas Guillermo García Pulido a la petición que obtuvo al matar al de la ceremonia, pero tiene que saber que a Madrid no se viene a pegar muletazos razonables confirmando la alternativa. Y con Morante y Urdiales. Y con el ‘No hay billetes’ en taquillas. Y con el toro de la corrida que iniciaba la feria. El único bueno de verdad de cuantos salieron al ruedo. Con ese había que apostar a la calidad, sujetar la duración y azuzar la escasa chispa para que el dibujo por abajo -por donde rompe Madrid- fuera mucho más rotundo. ¿Que le pegó pases? ¡Faltaría más! Pero habría que darle muchas vueltas a esa oreja de atender el presidente la petición.

Porque Madrid siempre ha rugido con lo excelso, con lo contundente, con lo que se sale de lo normal. Pero asistimos en los últimos tiempos a un concierto de berridos a destiempo que te hacen preguntarte si es que se te ha ido la sensibilidad o es que nos conformamos con muy poco. Para no darle más vueltas, quedémonos con Morante en dos trincherazos y un kikirikí, macizos, personales y templados. Pero humanos… Y eso luce poco en un torero tan magnífico que es capaz de darle la vuelta a una bronca con un dibujo de su muleta. Porque el problema de Morante hoy fue, más que nada, de actitud. Con el primero, también es verdad; con el segundo se fue a la cara con la muleta y la espada de verdad para hacernos breve el trance. Y fue de agradecer y no darle vueltas, que José Antonio puede ponerse muy intenso cuando se acaban las opciones.

El que seguirá dándoselas -seguro- es Urdiales, que sabe lo que expone y lo que compromete en cada cite, en cada propuesta de pecho al frente, ajuste más o menos el embroque. Porque siempre se sintió entendido por esta plaza, por esta afición. Pero puede que esta plaza se esté convirtiendo en otra, y a eso no hay que darle más vueltas. Pero habrá que tomarle el tempo a ese engendro en plena fase de creación, que explica bastante bien lo caro que se ha puesto en Madrid torear barato. ¿No será que estaremos asistiendo al nuevo reino del país de los ciegos…?

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, primera de abono. Corrida de toros. No hay billetes.

Toros de Alcurrucén. Entipados en las distintas ramas de la casa y bien presentados. De gran calidad y fondo el primero; noble y humillador el segundo, de fuelle escaso; de calidad sin transmisión un tercero a menos; con la raza justa el vulgarón cuarto; manso de carretas el quinto; vulgarón y anodino el colorao sexto.

Morante de la Puebla (corinto y oro): silencio tras dos avisos y pitos.

Diego Urdiales (Rioja y oro): vuelta al ruedo y silencio.

Guillermo García Pulido, que confirmaba alternativa (mercurio y plata): ovación tras aviso y silencio.

CUADRILLAS: Fueron ovacionados Joao Ferreira y Alberto Zayas tras parear al cuarto.

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

Fotogaleria Madrid 10 5 2024