El Ayuntamiento de Soria, que sacaba a concurso la plaza de toros centenaria hace un par de meses, ha baremado ya las diferentes propuestas recibidas, según publica en el día de hoy Soriatv.com, quien sitúa por delante en la carrera por la adjudicación de la plaza a la empresa Toriles de Sol S.L., con Eloy Lillo como cabeza visible, con una puntuación de 328,25, quedando en segunda posición Euro Tauro Luján S.L., que recibe una puntuación de 328,14, a sólo 11 centésimas de la primera.
Algo más atrás en puntuación quedan Taurina de Buendía S.L, con 296,03; Ignacios Ríos S.L, con 295,89; Emiliva Espectáculos S.L., con 241,02; y Feria Toro S.L, con una puntuación de 12,5. Un total de seis empresas que han concurrido a una de las plazas más importantes de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, cuyas condiciones para la participación carecían de algunos aspectos importantes para dotar de profesionalidad al pliego. Entre otras, la inclusión de las cartas de compromiso de los toreros, cuyos nombres concretos sí exigía el pliego que se reflejasen en las propuestas.
Aunque parezca un detalle sin importancia, el hecho de no incluir una carta de compromiso -que deja negociadas las condiciones de contratación de manera condicionada a la concesión de la plaza-, deja en ‘cueros’ a la organización una vez adjudicado el concurso, dado que los nombres facilitados pueden poner las condiciones que estimen para acudir, haciendo valer el uso de su nombre en la concesión del concurso. O no acudir, como ocurre con uno de los toreros incluidos en la propuesta de la empresa mejor valorada en Soria.
En concreto, se trata de Juan Ortega, que no tiene previsto hacer el paseíllo en la capital soriana, como ha podido contrastar este medio, que también se ha puesto en contacto con los apoderados de otros matadores anunciados y han condicionado su participación -como es lógico- a la negociación que tendrá que producirse en las próximas fechas, dado que la empresa propuesta tiene un plazo de diez días hábiles para registrar la documentación pertinente en el Ayuntamiento.
De esta forma, se pone de manifiesto la importancia de elaborar pliegos seguros desde las entidades propietarias de plazas de toros que salgan a concurso, dado que de un pliego mal concebido se derivan problemas enormes que pueden suponer, en muchos casos, agujeros económicos importantes. El hecho de que el pliego de Soria tampoco exija la garantía profesional del 3 por ciento también propicia este tipo de eventualidades.
El caso de Ciudad Real, con las barbas a remojo
El camino de la plaza de toros de Ciudad Real es muy parecido al de Soria: se otorga una subvención a dos festejos de reinauguración -la corrida del pasado 27 de abril y el festival de toreros de la tierra, el 29 de junio- y se deja al albur y sin ayudas la Feria del Prado de agosto, con sumas exigencias en un pliego en el que, además, no hay demasiadas imposiciones sobre la solvencia de empresas en cosos de primera y segunda.
Además, gran parte de los toreros de interés -de la parte alta del escalafón- ya los ha visto la afición este año, en la que ya es una de las gestiones públicas más controvertidas de una plaza de toros de las últimas temporadas.