La tarde de ayer se antojaba como una de las más importantes del ciclo bilbaíno, una corrida de toros donde se medían en mano a mano dos diestros sevillanos que se habían ganado por derecho propio un lugar preferente en esta Semana Grande. Lamentablemente, la afluencia de público no fue acorde a la categoría de un cartel donde Daniel Luque y Borja Jiménez se anunciaban con una corrida de Fuente Ymbro muy de Bilbao.
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Resumen de la 3ª de Abono de la las
🔹 Toros de Fuente Ymbro para mano a mano
— BMF (@BMFtoros) August 20, 2024
Un festejo donde el de Espartinas saldría en hombros tras pasear tres orejas, por su parte el de Gerena se iría de vacío tras pechar con un lote desigual y con aristas. La cara y la cruz de una corrida que sirvió para comprobar el mal momento por el que pasa una de las plazas más importantes de nuestra piel de bravo. Un coso que en la tarde del pasado martes registró menos de un cuarto de entrada en una tarde que por toreros y ganadería era para haber tenido un respaldo mayor por parte de la afición bilbaína.
Se lidió una corrida propiedad del ganadero cordobés Ricardo Gallardo, criador de bravo que envió al Botxo una corrida desigual en su volumen, pero bien presentada en general que tuvo un juego dispar dentro del interés. «Noble y con voluntad fue el descompuesto primero; obediente sin transmisión el grandón segundo; desordenado y burriciego el tercero; informal pero emotivo el cuarto, con mucha movilidad el reservón y poco franco quinto; enclasado y boyante el buen sexto». Un festejo donde Luque dejó pasajes de interés con su primero, el único que le dió algo de opciones.
«Sembró el desconcierto el tercer toro, de seria y baja pero fea hechura, en los primeros tercios. Hizo signos de no ver bien, ya que entraba incierto a los capotes y hacía un inusual hilo a los banderilleros, entrando cruzado a los pares. También se le metió por dentro a las chicuelinas de Borja Jiménez. Y tuvo que torearlo en la distancia corta Luque a un animal que seguía colándose, que no era nada fácil y con el que anduvo, de nuevo, en un gran nivel. Espada en mano, se le recriminó que, tras el pinchazo hondo inicial, tomase el descabello, por lo que Luque agarró de nuevo el acero y entró a matar por segunda vez, dejando una estocada casi entera» contamos en la tarde de ayer en nuestro toro a toro sobre la actuación de Daniel Luque tras pasaportar al segundo animal de su lote.
“El toro tenía un problema y grave. Venía con la cara torcida” comentaba Luque en los micrófonos de OneToro a la muerte del tercero de la tarde. “Por el lado derecho había veces que si no me ponía muy cerca venía derecho para mí. Fue un toro complicado, no era un animal fácil para estar delante. La gente no lo ve, no percibe ese problema de la vista que para nosotros es tan desconcertante y a la vez peligroso, ojalá que el otro de más opciones de triunfo” explicó el diestro de Gerena.
Pese al juego de los tres astados que le cupieron en suerte, Daniel anduvo solvente y seguro delante de la cara de los animales. Domeñó a media altura la endeble embestida del primero, un toro con el que perdió la oreja tras un resbalón en la suerte suprema que le quitó la oreja que tenía ganada. Su segundo no dio opciones por el problema de visión antes comentado, mientras que en quinto lugar hizo un esfuerzo con un animal que presentó complicaciones.