La plaza de toros de La Corredera abría hoy sus puertas para celebrar un cartel de gran atractivo para el aficionado, ese donde David López, Alejandro Chicharro y Javier Zulueta trenzaban el paseíllo con una novillada del hierro portugués de David Ribeiro Telles.
Oreja a la firme voluntad de David López de torear al boyante primero
A la puerta de chiqueros se fue David López a recibir al abreplaza con una larga cambiada, pero no tuvo continuidad el saludo por el desinterés del animal por las telas. Fue en encelarlo en lo que se afanó el de Colmenar antes de dejarle dos verónicas y media que le costó tomar al utrero. Aún quiso completar David su actuación con el quite de oro, con una escobina final para dar paso al cambio de tercio. Ceremonioso se fue el novillero a brindar a sus paisanos para darle luego empuje a los muletazos genuflexos, por ambos pitones, con que le firmó el inicio. Pero tenía el animal el vicio de vencerse a diestras al ir sin gobierno, y no le permitió al torero soltarlo del enganche. Agradecía el animal un tiempo entre cites que no siempre fue preciso, por lo que hubo algún destemple que David siempre se empeñó en corregir. Más asentado al natural cuando transcurría la faena, soltados los nervios y tomado el pulso al novillo, toreando con corazón y con mucho sentido. Concluyó la faena con manoletinas y un pinchazo previo a una estocada muy efectiva, ejecutada con tanta rectitud que salió prendido para pasear una oreja.
Un Chicharro de menos a más pasea una oreja del exigente segundo
Al segundo, novillo de buena hechura y mejor galope que fijeza, le dejó Chicharro el capote enganchado en la cara en el saludo y perdió pie en la cara, quedando a merced de un novillo que no llegó a echarle mano en el ruedo por la rápida intervención de los banderilleros. Fue breve pero intenso el único puyazo, y tuvo mejor intención que final el quite a la verónica que intentó el de Miraflores, que se encargó la falta de franqueza del utrero de desbaratar. Sobresalió en banderillas Jesús Robledo Tito, justo antes de que Chicharro brindase al público. Le costó tomarle el pulso a la embestida del animal en un inicio de rodillas en los medios, esperando al novillo para el cambiado y acelerándose luego, una vez en pie. Pero fue solo una serie; después fluyó con inteligencia y gobierno el toreo de mano diestra, que caló en un tendido -hoy sí- muy a favor. Tuvo mérito la forma de proponer el toreo al natural, pero no eran iguales por ahí los finales del de Ribeiro Télles. Fue con la mano derecha como se sintió Chicharro y se hizo sentir, porque cuando tomó el estoque ya tenía la plaza entregada. Una estocada hasta las cintas bastó para cortar una oreja.
Zulueta muestra su clase con un sobrero de Marca humillador y con voluntad
El colorao tercero se llevó su buen tranco detrás del capote encajado de Zulueta, pero perdió las manos de mala manera y se lastimó el animal, siendo devuelto sin más preámbulos. El sobrero de José Luis Marca que saltó en su lugar, más escurrido de carnes, marcó desde el principio su querencia a chiqueros, pero embistió por abajo y repitió en el saludo a la verónica de Zulueta, que supo esperar muy bien cada arrancada. Una vara se llevó el animal, con la salida tapada, y un quite por delantales del sevillano que tomó saliendo con la cara natural y distraída. También fue al público asistente el brindis de Zulueta en el toro de su debut en La Corredera. El inicio, de ayudados por alto con mucha torería, fue francamente bueno, pero fue mejor el toreo de mano diestra cuando encontró el acople un Zulueta siempre metido en la obra, con mucha clase en cada movimiento. Toro de vuelo al morro, agradeció más el cité de cercanía que el de la media distancia, y solo al natural se rebozó, pero nunca hasta el final por su falta de fuelle para emplearse de esa forma. Muy seguro el sevillano, dejó impresión de contundencia y sobriedad, y un final genuflexo de mucha intensidad antes de una estocada contraria que dio para pasear una oreja.
David López tira de raza y diestra y corta la oreja que le faltaba para salir en hombros
El castaño chorreao que hizo cuarto pasó al lado de David López galopando y sin ganas de embestir, nos siquiera cuando el novillero se puso en su camino y no le quedó más remedio. Solo un puyazo recibió el utrero, pero de los que hacen sangrar. En la muleta, David López tuvo que lidiar con la falta de fijeza de un novillo al que había que tocar mucho para conseguir un muletazo que duraba muy poco. Hasta que le fue cogiendo el aire al animal y acoplando la velocidad a lo que el utrero demandaba. Ahí fue cuando obedeció con celo y con importancia , y cuando surgieron los mejores muletazos del Colmenareño, siempre con la mano derecha. A zurdas, por donde la tomó muy tarde, el animal ya no era el mismo. Lo mató de una estocada magnífica de ejecución y efecto y cortó la oreja que le faltaba para abrir la puerta grande.
Un entregado y templado Chicharro le corta las dos orejas al profundo quinto
El castaño y altiricón quinto, que fue un torete, no dijo nada de salida, en el saludo capotero liviano de Alejandro Chicharro, donde llegó desordenado y sin centrar. Mejor tras el puyazo y con la lidia de Raúl Ruiz, magnífico al lidiarlo si apretarle nunca de más. No menos brillantes fue el tercio de banderillas de Juan Carlos Rey, que volvió a lucirse en su pueblo junto a un comprometido Tito. A su fisioterapeuta, Juan Carlos Ciriza, fue el brindis de una faena que inició con estatuarios en el tercio. Muy pronto comprobó Chicharro la profundidad que ofrecía el animal por el pitón derecho, y por allí llegaron dos series desmayadas, toreras, de entrega profunda de un novillero que supo administrarle ese fondo sin amontonarse. Acertado siempre en la colocación, la seguridad de Chicharro marcó una faena que alcanzó un buen nivel al natural cuando ya llegaba a su final. Epilogó la obra con circulares muy de tendido y llegó al corazón de un publico que hizo el silencio en las bernadinas finales y estalló con el de pecho. Una estocada traserita, pero entrando muy derecho, terminó con el animal y le reportó las dos orejas.
Una estocada que hace guardia emborrona una faena de mucho gusto de Zulueta al buen sexto
El novillo que cerró plaza, un castaño fino de cabos y de estampa, con las puntas por delante, tardeó un poco en el capote de Zulueta, pero lo supo esperar para dibujar los lances un novillero que guarda tanto poso como oficio. El brindis del sevillano fue para el periodista David Casas, y se puso a torear sin más probaturas con la mano derecha. Tuvo calidad el novillo, y tuvo la prontitud para lucir en la muleta templada de Javier, poniéndole siempre mucho y llegando hasta el final en los trazos. Una tanda diestra al final de la faena, con un trincherazo magnífico en ara rematar, puso el culmen a una faena con la que conquistó al tendido. Pero le hizo guardia la espada y tuvo que conformarse con una oreja tras el aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Corredera, Colmenar Viejo (Madrid). Cuarta de la Feria de la Virgen del Remedio. Novillada con picadores. Un cuarto de plaza.
Novillos de David Ribeiro Telles y un sobrero (3º bis) de José Luis Marca. Entregado y con calidad el boyante primero; obediente y con más fondo que franqueza el segundo; humillador con el fuelle justo el noble tercero; con fondo y exigencia el importante cuarto; profundo y con entrega el buen castaño quinto; repetidor y Enclasado el buen sexto.
David López (verde botella y oro): Oreja y oreja
Alejandro Chicharro (azul marino y oro): Oreja y dos orejas
Javier Zulueta (tabaco y oro): Oreja y oreja tras aviso
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FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO