Como cada año que pasa los aficionados al mundo del toro en la calle cuentan los días para la celebración de El Toro de la Vega, el cual constituye el eje de las tradicionales fiestas de Tordesillas (Valladolid), lugar donde miles de aficionados y curiosos ciudadanos de diferentes partes del mundo llegan a esta localidad para presenciar este singular festejo. Según la propia web de Turismo de Tordesillas, este festejo consiste en la suelta de un toro que, desde la calle de San Antolín, se dirige junto a los corredores hacia el puente sobre el río Duero para alcanzar la Vega, donde es recibido por caballistas.
Desde hace casi dos lustros (ocho años), el torneo buscaba medir las fuerzas entre un hombre y un toro sin despuntar, siendo “Rompesuelas”, astado marcado a fuego con el hierro de los Hdros. Excelentísimo Señor Conde de la Corte, el último astado al que se dio muerte en este festejo popular con más de ocho siglos de historia antes de aprobarse el decreto de la Junta de Castilla y León que prohibía dicha muerte del animal.
Este año el animal reseñado lleva por nombre “Portillo”, ejemplar del hierro salmantino de El Pilar, astado colorao de 580 kilos de peso que será soltado en la mañana del martes 17 de septiembre. Toro del guarismo 9 y herrado con el n.º 107, un toro de una gran seriedad que bien valdría para ser lidiado en Madrid, Bilbao o Pamplona, pero que tendrá como destino la localidad vallisoletana en el día grande de sus fiestas.
El Ayuntamiento de Tordesillas dio a conocer durante su ya tradicional ‘Noche de las Portadas’, el Toro de la Vega 2024. Se trata del citado “Portillo”, un serio astado procedente de la ganadería El Pilar, de 580 kilos de peso, que protagonizará el festejo el martes 17 de septiembre, ese que concita la atención de unos medios de comunicación que siguen dándole cobertura a este encierro que cuenta con siglos de historia.
Un proyecto ganadero que lleva en manos de la familia desde 1987, año en el que Moisés y María del Pilar Fraile Gómez adquieren la vacada de La Rivera, propiedad de Antonio Pérez Tabernero, eliminando todo lo anterior y formándola con vacas y sementales de Aldeanueva, propiedad de Don Domingo Matías Bernardos (Raboso). Tras más de 35 años en manos de la familia, esta ha conseguido darle su sello a un toro con unas señas de identidad muy particulares.