El futuro de las retransmisiones en directo de los festejos taurinos está en un punto de inflexión. Lo perciben todos los profesionales implicados en el asunto y también los aficionados, muchos de los cuales no pueden desplazarse hasta una plaza de toros para disfrutar de su pasión. El próximo 18 de octubre será una fecha crucial para el devenir de esta historia, dado que es entonces cuando los matadores más demandados en las compras de los espectadores están convocados a una reunión con Onetoro, la operadora que se ha encargado -hasta ahora- de ofrecer los festejos en directo.
Directivos de la plataforma audiovisual han confirmado ya que el encuentro pretende «explicar a los matadores la problemática» que se esconde tras la renuncia de Onetoro a la emisión de las ferias de San Miguel y Otoño, así como la despedida, en Valencia, del maestro Enrique Ponce, eventos todos anunciados en sus contenidos y decisión que se ha fundamentado en el excesivo costo de los derechos audiovisuales, lo que provoca un debate sobre la adopción de un nuevo modelo más sostenible para todos los implicados en dicha emisión.
Precisamente a ese respecto, este medio quiso ponerse en contacto con varios matadores de toros para conocer su opinión sobre el camino a trazar y cómo puede repercutir esto en la temporada venidera. Miguel Ángel Perera, Curro Díaz, Daniel Luque, José Garrido o Borja Jiménez son algunos de los matadores que expresaron su opinión, comenzando por el de La Publa del Prior, que se refirió a un asunto -el del G10- que se remonta doce años en el tiempo, pero vuelve hoy a la actualidad por sus implicaciones en este asunto.
Perera: «Con los derechos de televisión pasa ahora lo que se tenía que haber arreglado en 2012»
Miguel Ángel Perera ha sido el primer espada en hablar con total claridad sobre el ‘apagón’ de OneToro. Un espada que no esconde que esta decisión le afecta en muchos sentidos, como a todos los toreros de la parte alta del escalafón y a esa ‘clase media’ que busca asentarse y necesita la televisión para que sus triunfos potenciales tengan más valor. El extremeño nunca se ha escondido a la hora de compartir sus opiniones con toda sinceridad, no haciéndolo tampoco ahora.
“Yo estuve muy involucrado en ese asunto en el año 2012, cuando el famoso G-10”, explicaba Perera en la entrevista, “y entonces puse no una, sino las dos mejillas, porque puse una y me la partieron y aún así puse la otra. Es un perjuicio grande para el toreo, pero a lo mejor los excesos tienen que reventar por algún lado y han reventado. Creo que este asunto habría que regularizarlo y hacerlo con sensatez, contando con todas las partes interesadas del espectáculo. Pero esto ya no está en mi mano y no sé qué puede salir de ello”.
“Se dice que lo que no está en la tele no existe”, continúa diciendo Miguel Ángel Perera, “pero tampoco todo vale. Por eso es en el momento más inoportuno, cuando todos esperamos la Feria de Otoño y la de San Miguel, cuando va a reventar el tema. Pero bueno”, concluye conciliador, “hay invierno para corregir estas cosas”.
Juan Diego: «El G-10 fue un intento de profesionalizar la cuestión de los derechos en un sector muy reaccionario en este sentido»
Pero, para poner en contexto las declaraciones de Perera, hay que explicar qué fue lo que sucedió entonces, en 2012, cuando surgió aquel plante de los matadores más importantes, englobados en lo que se dio en denominar el G-10. El matador de toros charro Juan Diego, hoy apoderado del también doctor Paco Ureña, ejercía en 2012 como presidente de la Unión de Toreros -entidad que hoy ya no tiene ni web-, y estuvo muy involucrado, por su cargo, en aquella situación. Por eso hemos querido que fuera él quien explicase lo que se pretendía y qué fue lo que ocurrió al final.
«Lo que entonces se quiso hacer fue un reparto individual con las televisiones, cosa que nunca ha sido posible porque las televisiones nunca lo han permitido», explicaba Juan Diego de manera general. «Era lo que hacían -y hacen- las cuadrillas en la UNPBE, donde sí están unidos y tienen fuerza, porque entonces los matadores ni siquiera tenían unos mínimos de derechos de imagen. Y había que darle una solución a ese asunto». Y es precisamente ahí donde mete el dedo en la llaga, porque la pregunta es ¿qué seria de los banderilleros si no tuvieran la fuerza que les da gestionar los derechos?
Juan Diego no lo dice, pero a su reflexión puede añadirse que la situación era -y es- que son las cuadrillas las que obtienen el dinero de los derechos audiovisuales, pero no los matadores, salvando los cuatro casos contados de las figuras. En cualquier caso, el salmantino también matizaba que estaban «dispuestos a regalar los derechos de televisión si fuera RTVE quien diera los festejos en abierto, dado el impacto mediático y social que eso tendría», mucho más caro en todos los sentidos del dinero en que se pudieran valorar los derechos de los profesionales. Y es en ese mismo sentido donde ahondan otros colegas suyos que también aportan su opinión, caso de Curro Díaz.
Curro Díaz: «Es fundamental la normalización la fiesta y que esta vuelva a estar presente en los medios de comunicación»
“Yo estoy a favor de la presencia de la tauromaquia en todos y cada uno de los medios de comunicación, sean estos generalistas o del propio sector. Pero al igual que te digo eso, también soy consciente que el futuro de la fiesta pasa por la televisión en abierto. Ahí es donde llegamos a la gran masa, esa que luego llena los tendidos de las plazas de toros y se abona a estos canales” comentaba el espada linarense, consciente del papel fundamental de los canales audiovisuales en la promoción de la fiesta. «Me gusta el proyecto que OneToro está llevando a cabo, esta es una plataforma muy necesaria, como también lo fueron en su tiempo TOROS de Movistar, Taurocast, Canal Plus o Vía Digital”.
Sin duda, el veterano jiennense conoce muy bien los entresijos del toreo y el papel que juega la televisión en todo esto. “Yo siempre he sido un torero que he estado a favor de la televisión. Ahí están las corridas que he toreado tanto en abierto como en canales de pago, si bien es cierto que todavía no he estado anunciado en ningún festejo con OneToro presente, de ahí que no te pueda contar ninguna experiencia personal sobre ello”.
Un canal que sí ha consumido como aficionado el espada de Linares: “Creo que la irrupción de esta plataforma ha sido positiva para el toreo, es muy necesaria para el consumo del aficionado. Es más, me ha gustado mucho su forma de expresar aquello que se veía en el ruedo. Quizás el proyecto no ha calado en el público generalista como ellos esperaban. Si no ha sido rentable es porque quizás la tauromaquia como nosotros lo vemos, o lo entendemos, no interesa tanto fuera de nuestra burbuja”.
Sobre el apagón de este final de temporada comentaba lo siguiente: “No nos podemos permitir el lujo de perder el único canal privado que da toros actualmente, por eso es muy importante que más pronto que tarde busquemos una solución que deje, sino satisfechos, sí medianamente contentos a todos”, nos explicaba un curro días que fue más allá: “Hay que dar a la tauromaquia al lugar que se merece, por ello es muy importante que, tanto OneToro como aquellas televisiones que apoyan el toreo, le den su hueco tanto en las noticias como en distintos espacios de su cadena. La tauromaquia debe aparecer en el día a día de la gente”.
Un planteamiento que comparte el sevillano Daniel Luque, uno de los toreros que ha participado en más corridas de toros televisadas en los últimos años, y que también estima que, junto al beneficio, hay perjuicios que hay que mitigar en la medida de lo posible para que todos puedan crecer en este negocio.
Daniel Luque: «Si hay algo claro es que debe cambiar el modelo para una participación equiparable a lo que se genera»
«Valoro mucho los esfuerzos que se han realizado hasta ahora para televisar las corridas de toros, pero lo que está sucediendo debe servirnos para entender que hay que cambiar el modelo y buscar una participación equiparable a lo que cada uno genere», expone el espada sevillano, que entiende que el interés del público es la pieza clave en este asunto. Igual, por otra parte, que lo es en la calificación o el caché de un torero en la plaza.
Obviamente, un festejo tiene atractivo, principalmente, por los toreros que actúan, dado que a nadie más que a ellos -y a los ganaderos en menor medida- se le van a pedir cuentas de la gente que ha acudido por eso «debemos adecuar el reparto de lo generado, con claridad en los números y lógica en la participación de cada uno. Lo que no puede ser es que se aparte a los toreros de esa negociación y sea el empresario el que ponga en la liquidación lo que considere», que es como se está haciendo ahora con la mayoría de matadores que ya ni negocian sus honorarios y van a los mínimos.
Por eso también defiende esa pretensión del G-10 -en el que no estaba incluído en 2012, pero tal vez hoy sí sería miembro- de que sean los toreros los que negocien y cobren directamente con los operadores audiovisuales, que son los que recaudan el dinero que se genera de los abonos o pinchazos. Una línea que comparten compañeros suyos como José Garrido, que tiene claro cuál es el modelo que deben defender sus colegas de gremio.
José Garrido: «Abogo porque sean los propios profesionales quienes cobren directamente sus derechos de imagen a través de la televisión»
De hecho, el extremeño José Garrido que fue claro desde el principio sobre este tema: “En los últimos años ha habido un problema de excesos y de poca transparencia, quizás esto es lo que ha llevado a Onetoro a cortar por lo sano y, desde mi punto de vista, ordenar las cosas”, manifiesta sobre la situación de una plataforma de la que su apoderado, Luis Garzón, es uno de los máximos responsables.
“A final, lo que falta es orden y, sobre todo, transparencia. Si en estos momentos supiéramos lo que vale, o lo que no vale, cada feria o cada espectáculo y el dinero que hay que inyectar para que sea viable, pues a lo mejor teníamos todos un una percepción de la realidad diferente a esa que podemos tener ahora mismo”, volvió a comentar un torero que ha sido televisado en varias ocasiones durante la temporada.
Pero ahí no se quedó un espada que no se cortó ni un pelo al hablar sobre este tema: “Creo que lo que falta es orden, tanto en el canal como a la hora de contratar ferias y de contratar en los derechos de imagen de los toreros, como la transparencia de saber qué se lleva cada feria y qué se lleva cada cartel. Si pusiéramos todo eso encima de la mesa, creo que al final sería más claro todo. No podemos permitir que haya unos excesos, por un lado, y unos recortes por el otro”, sentenció con contundencia.
La solución que Garrido aporta, con los planteamientos que expone, va en la línea de Luque o de Perera, o de las intenciones del ya mencdionado G-10 en su momento: «Que los derechos de imagen los cobrarán directamente de la televisión aquellos que participan de forma directa en el espectáculo, es decir, toreros, picadores, banderilleros, mozos de espadas… Los citados derechos dan muchas vueltas y eso no es bueno. Por eso abogo por un cambio en este sentido y que seamos nosotros quienes cobremos aquello que está estipulado sin necesidad de pasar por las empresas” finalizó exponiendo Garrido.
Borja Jiménez: «Este es un problema que nos atañe como sector, y por tanto, tenemos que buscar una solución beneficiosa para todos»
Otro de los espadas que habló para este medio fue el sevillano Borja Jiménez, torero que, gracias a la televisión, ha conseguido que sus triunfos ganaran en trascendencia al llegar a un número ingente de personas a través de la televisión y las plataformas digitales. Un espada que es consciente de este problema, de ahí que sea consecuente a la hora de dar una opinión al respecto para encontrar una solución que beneficie al sector y no perjudique al aficionado.
“Gracias a la presencia de la televisión un número importante de toreros, entre los que yo me encuentro, nos hemos visto beneficiados a la hora de llegar a ese gran público que, quizás no es tan aficionado, pero que se interesa por la fiesta. Las faenas de Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona o Bilbao han tomado un cariz mayor gracias a la difusión dada por OneToro. No podemos mirar hacia otro lado y hay que sentarse para solucionar un problema que nos atañe como sector y que también perjudica al aficionado, al fin y al cabo es aquel que sustenta este espectáculo”, explicaba el torero de Espartinas.
“La televisión es fundamental para el toreo. Onetoro está haciendo un gran esfuerzo y todos deberíamos apoyarlos para sacar el proyecto para adelante, sería una pena que decidieran plegar velas y llevar el barco a puerto. Yo confío en que todo se solucionará, me gusta ser positivo” respondió Borja.
En cualquier caso, y ante las manifestaciones de los diferentes matadores de toros, es incuestionable que necesitan de una unidad como grupo que, hoy por hoy, no tienen. Todos convienen en señalar a la UNPBE como ejemplo de unidad, lo que le otorga una fuerza mucho mayor que la de los matadores, puesto que nada tienen que ver -de forma particular- los intereses de José María Manzanares (por ejemplo), con los de Miguel de Pablo (otro ejemplo). En cambio, todos los banderilleros, picadores, mozos de espadas y ayudas cobran lo mismo según unos mínimos que ellos mismos aprueban.
De hecho, el fracaso del G-10 en su momento vino cuando las empresas comenzaron a atacarles por donde eran más vulnerables, y comenzaron a dejar fuera de las ferias a algunos de sus miembros, como Miguel Ángel Perera, César Jiménez o El Cid, quienes fueron los más perjudicados de aquel movimiento en el que faltó unidad. Pero, para que ésta llegue, es imprescindible buscar los puntos en común que solidifican esa unión. Como hacen las cuadrillas.
Cabría preguntarse si estos problemas se le habrían planteado, por ejemplo, a Luis Miguel Dominguín. Por poner un poner…