Con la primavera llegando a su fin, son muchos los ganaderos que tienen las camadas preparadas y listas para poder lidiarse en un corto espacio de tiempo. Ganaderías que vuelven a recibir con los brazos abiertos a unos veedores que les darán el visto bueno definitivo respecto a la corrida reseñada por la empresa. Pero no del toro en la plaza vive el criador de bravo, también las calles suponen un gran ingreso para las arcas de la ganadería. Son fechas donde las peñas y comisiones también acuden al campo para ver la evolución de esos toros que adquirieron para sus fiestas.
Pese a estar en el primer mes del calendario hay municipios españoles que ya han dado suelta por sus calles a ejemplares de divisas de primera fila. Este es el caso de Xilxes, municipio castellonense que el pasado mes de enero conmemoraba el IV Centenario del Santísimo Cristo de la Junquera. A las cuatro de la tarde del pasado 11 de enero se dio suelta a Marañito, un astado de la vacada albaceteña de Samuel Flores marcado con el n.º 61 y perteneciente al G1. Más tarde, a las 19:00 horas, el espectáculo continuaría con la tradicional embolada del toro manchego, patrocinada por la Cuadrilla l’Embolà.
Una agenda que se completaba ese mismo sábado 11 de enero con cinco vacas y un toro en puntas (Hermanos Sánchez Moreno) en la localidad de Altura y el Bou en Corda y homenaje a las víctimas de la DANA en Alcàsser, poblaciones que celebraron sus tradicionales festejos taurinos en el marco de las fiestas de Sant Antoni y otros eventos emblemáticos. Pero el momento de mayor tensión se vivió esa tarde del sábado en Xilxes cuando el imponente ejemplar de Samuel Flores corneó a varios aficionados que se encontraban en un cadafal (estructura metálica).
El voluminoso astado llegó a alcanzar en el brazo a tres personas que se encontraban en el interior, siendo estos posteriormente atendidos por los servicios médicos de dicho festejo. Según publican los compañeros de El Periódico del Mediterráneo, la situación no fue a más y con el toro cerca de los toriles y dada la peligrosidad, los organizadores tomaron la decisión de guardarlo para ser embolado a las 19:30 horas.
Ya hemos contado en más de una ocasión el precio que puede alcanzar un toro en edad adulta para las calles, oscilando el valor de este según sus propias características. Al igual que pasa con las corridas de toros no hay un precio estipulado para un toro determinado de ahí que el valor de este suba o baje en función de diversos factores como puede ser su presentación, la ganadería a la que pertenece, si está cerrero o no, características físicas, si es cuatreño, cinqueño o está próximo a cumplir seis años… muchos factores que hacen que el valor de estos ejemplares fluctúe según la casa ganadera a que acudas.
El precio medio de un ejemplar para las calles ronda entre los 5.000 y los 9.000 euros, existiendo ejemplares que han sobrepasado dichas cantidades. Casos diferentes han sido toros puntuales que han alcanzado cifras astronómicas como aquel Nubarrón de Partido de Resina en Burriana que llegó a sobrepasar los 20.000 euros, un toro de Victorino Martín para Puçol por el que se pagaron cerca de 18.000 euros.