Muchos son los matadores de toros que tienen innumerables historias y anécdotas que contar de sus múltiples viajes a ambos lados del charco, espadas que debido al importante número de corridas que torean al año pasan muchos días fuera de casa. Este es el caso del sevillano José Antonio Morante de la Puebla, matador de toros que siempre ha ido arropado por su cuadrilla y por un número importante de partidarios y amigos
Y uno de ellos es el abogado hispalense Joaquín Moeckel, un gran aficionado al mundo del toro y partidario acérrimo de José Antonio, torero con el que comparte una bonita amistad y una gran devoción por el Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestra Señora de la Piedad Coronada y María Santísima de la Caridad en su Soledad Coronada, ambos titulares de la Hermandad del Baratillo. Amén del propio Morante de la Puebla, el sevillano también ha tenido como clientes a varios matadores de toros e incluso a la propia empresa Pagés, que gestiona desde hace más 90 años la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
En todos esos años junto al torero cigarrero Joaquín ha tenido el privilegio de disfrutar de grandes tardes de toros, de faenas inolvidables en plazas de España y Francia. Pero al igual que existe el triunfo también le ha tocado vivir en primera persona otras tardes donde las cosas no salieron como todos tenían pensado. Fuera de todo ocurrido en el ruedo ambos han vivido jornadas en la carretera entre un punto y otro de nuestra geografía. Viajes en furgoneta donde las anécdotas darían para escribir un libro.
Han sido muchos los veranos que han compartido juntos esos donde han recorrido miles de kilómetros en ‘La Macarena’ nombre con el que bautizaron a la furgoneta del espada hispalense. Pero no siempre los viajes han sido plácidos, sin ir más lejos hace casi dos lustros mientras bajaban de torear en Francia tuvieron un percance que les “dejó tirados” en la cuneta. En ese parón hasta que llegara la grúa que los debía remolcar tuvieron la oportunidad de hacerse un selfie junto a Pedro Marques amigo personal y apoderado de José Antonio.
Ese verano quedará guardado en la memoria de ambos por todo lo vivido. De Málaga a Cuenca pasando por Bilbao, miles de kilómetros que luego tendrían su continuidad yendo a plazas como Nimes, Arlés o Salamanca donde el torero oriundo de la Puebla del Río estaba anunciado. Pese a estar parados en la cuneta con la furgoneta escacharrada quisieron guardar esta foto para la posteridad esa que hoy ha publicado el citado letrado dándole ánimos a su buen amigo tras pasar varios meses con más sombras que luces. “¡Volveremos a sonreír!! Ya lo verás querido! Un abrazo gigante a los dos” se podía leer recientemente en la red social del abogado sevillano.
Volveremos a sonreír !! Ya lo verás querido !! Un abrazo gigante a los dos. pic.twitter.com/bSFBS3YEvY
— Joaquín G. Moeckel (@j_moeckel) March 3, 2025
