CAMPO BRAVO

Un pueblo de Toledo compra un imponente toro de uno de los últimos reductos con procedencia Sayalero y Bandrés


viernes 9 mayo, 2025

El hierro pacense de Peñas Blancas tiene actualmente procedencia directa de Sayalero y Bandrés, al haberle adquirido vacas hace unos años a los herederos de la mítica ganadería; ahora, Peñas Blancas ha vendido uno de esos toros a la localidad toledana de Numancia de la Sagra.

Peñas Blancas
El toro de Peñas Blancas lidiado el pasado 25 de abril en la localidad toledana. © Diego Alcalde

Hay hierros dentro de nuestro campo bravo que serán recordados a lo largo de su historia por determinados percances que acabaron con la vida de aquellos que se pusieron delante de estos animales. Una de ellas es Sayalero y Bandrés, hierro que antes de llegar a las manos de Victoriano Sayalero López y Juan Luis Bandrés Guerrero, ambos socios tanto en la ganadería de bravo como en la naviera Isnasa, fue creado en 1926 por Heraclio Carreño con reses procedentes de Villagodio y Arribas.

Tras llegar a manos de Maximiliano Sánchez, éste acabó vendiéndola a Juan Fraile, quien un tiempo después se deshizo cayendo en manos del matador de toros mexicano Carlos Arruza. Tras llegar a su poder, este decidió eliminar todas las reses adquiridas, comprando un lote de vacas y dos sementales de D. Felipe Bartolomé y D. Joaquín Buendía. Tras eliminar nuevamente el ganado y apostar por introducir ganado del Marqués de Domecq esta es vendida en 1967 a María Isabel Ybarra, quien consigue asentarla en las principales ferias del país.

Vaca Sayalero
Una vieja vaca de José Antonio Alonso. © Pablo Ramos

Sería en 1980 cuando es comprada por ambos socios -Victoriano Sayalero y Juan Luis Bandrés-, de ahí el nombre de la ganadería. Al igual que ocurriera con otras vacadas, esta de Sayalero y Bandrés quedó marcada por esa trágica muerte en Pozoblanco. Una leyenda negra que perseguiría al hierro gaditano al ser asesinado a tiros Juan Luis Bandrés por un empleado de la naviera ISNASA en Algeciras allá por 1988. Sería allá por 2008 cuando esta vacada deja Andalucía para asentarse en Salamanca, volviendo a tierras de Cádiz en 2018.

Tras el fallecimiento de Victoriano Sayalero López, sus herederos decidían desprenderse de la totalidad del ganado, no así del hierro y los derechos de éste. José Antonio Alonso se llevó 108 vacas y 3 sementales para refrescar la ganadería pacense de Peñas Blancas, mientras Pedro Trapote -fallecido durante la pandemia- adquiría un lote de unas 30 hembras para refrescar su hierro de Toros de la Plata. Un proyecto ganadero que poco a poco fue languideciendo pese al intento de la familia Sayalero por volver a colocarlo en las ferias.

Sayalero
Un toro de Sayalero. © André Viard

Ahora gran parte de esos animales viven en total libertad en la finca ‘Peñas Blancas’, explotación ganadera situada en el corazón de Extremadura, esa que cada año vende una cantidad importante de animales para las calles. Gracias al festejo popular son muchos los hierros que sobreviven en un mundo del toro donde la competencia es feroz. Los antiguos Sayaleros comparten hierro y cercados con aquellos animales de Sánchez de Ybargüen, otra vacada con personalidad propia.

Y precisamente en los últimos días ha corrido como la pólvora a través de las redes sociales la venta de un ejemplar de este hierro pacense para Numancia De la Sagra (Toledo). Se trata de Almamía, un astado colorao de enorme seriedad marcado con el número 4 en los costillares perteneciente al guarismo del 0 (nacido entre julio del 2019 y junio del 2000), que fue exhibido en dicha localidad como el III Toro de San Marcos el pasado 25 de abril.

El toro fue un gran ejemplar, que dio el juego esperado por la peña taurina «El Burladero» de la localidady que ofreció grandes oportunidades para los jóvenes que quisieron intentar recortes con el astado.